INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
La conexión Santiago: transferencias académicas en las redes jesuitas (1950-1973)
Autor/es:
BEIGEL, FERNANDA
Editorial:
CLACSO
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2008 p. 232
Resumen:
Entre las múltiples formas de circulación de intelectuales y científicos que e ocurrieron desde tiempos de los procesos independentistas, las transferencias que ocurrieron en las redes vinculadas con la Iglesia Católica constituyen un caso específico y, a nuestro juicio, relevante. Algunas órdenes religiosas, particularmente dominicos y jesuitas, jugaron un papel central en la creación de la vertiente de estudios del “desarrollo humano” que surgieron en el ámbito la intelectualidad católica europea en las décadas anteriores al Concilio Vaticano II. Durante la década de 1950, jesuitas y sociólogos belgas, como François Houtart y Frédéric Debuyst, economistas franceses, como el Padre dominico Jacques Lebrel, viajaron por toda la región estudiando la dinámica social latinoamericana. Entre los últimos años de esa década y comienzos de 1960, el interés de la Iglesia por fortalecer su influencia en América Latina se acrecentó y surgieron proyectos científicos de mayor envergadura. El traslado de Roger Vekemans S. J. a Chile, en 1956, representa el momento más alto de esta estrategia internacional que se esbozaba fragmentariamente en años anteriores. Bajo el estímulo de la Compañía de Jesús y con el apoyo de fundaciones privadas, como Misereor, Adveniat, Rockefeller y Konrad Adenauer, Vekemans reclutó un conjunto de cientistas sociales que se trasladaron a América Latina. Por lo general, los padres extranjeros eran profesores ya consagrados en las más importantes universidades católicas europeas, mientras que los especialistas laicos eran jóvenes de reciente titulación doctoral. Pertenecientes a sectores medios en ascenso, eran en general hijos de empleados públicos o maestros de escuela que esperaban de ellos las más altas titulaciones universitarias. Eran en su gran mayoría originarios de pequeñas ciudades, habían sido socializados en familias católicas y habían ingresado con mayor o menor vocación sacerdotal en las instituciones de formación escolar jesuita. Este ambiente los había impulsado hacia el terreno misional y se sintieron atraídos desde muy jóvenes por conocer otros continentes y contribuir al desarrrollo de zonas periféricas.