INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Intervenciones sobre política, memoria y ciudadanía de mujeres. Perspectivas subalternas
Autor/es:
CIRIZA, FERNÁNDEZ HASAN Y OTROS
Editorial:
Feminaria
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007 p. 250
Resumen:
Este libro nace de una serie de interrogaciones compartidas y del empecinamiento por abordar en un terreno incierto, marcado por la derrota de los sectores subalternos -materializada en el caso argentino en el golpe militar de 1976, una serie de cuestiones que nos inquietaban. También, desde luego, de la oportunidad para el trabajo compartido[1]. Para nosotras y nosotros se trataba de indagar por los nexos entre pasado y presente desde un punto de vista subalterno: el de los sectores populares y las mujeres, ubicadas y ubicados en la periferia, colocadas y colocados en un terreno no elegido: el de la cuestión de la democracia como forma dominante de orden político, el del predominio de una cierta tradición de ciudadanización considerada como si fuera la única, marco irrebasable en el cual inscribir nuestras demandas. En todo caso de lo que se trataba era y es de una batalla por la expansión de los horizontes del presente, de proponer un combate teórico y político que permitiera exceder esa recurrente fusión de lo nuevo y lo “siempre igual”, que cierra toda dialéctica emancipatoria. Nos ubicamos por ello en una tensión compleja entre pasado y presente recurriendo a la historia como herramienta de recuperación de las tradiciones y genealogías de los sectores subalternos. Mi colaboración surge de una labor mucho más vasta llevada a cabo a lo largo del proceso de elaboración de su tesis doctoral, y titulado “Una lectura feminista acerca del tratamiento de /los derechos de las mujeres en la prensa argentina”, explora los mecanismos a través de los cuales los medios tienden a perpetuar en el espacio público ciertas imágenes de mujeres que repiten los más tradicionales estereotipos. Los asuntos ligados a los procesos de ciudadanización de mujeres, por hallarse vinculados al mundo de lo privado (en el sentido de lo doméstico o lo íntimo) están lejos de formar parte de aquello que se considera por consenso como digno de discusión racional. Se trata más bien de temas escasamente consensuados, vehiculizados en el campo del discurso y de la toma de decisiones, por grupos sociales subalternos. A partir de la idea, que recurre en todos los trabajos, de que la incorporación de las mujeres a los regímenes políticos modernos no ha sido históricamente un asunto de consenso, sino más bien una de esas cuestiones que provocan profundos desacuerdos pues los regímenes políticos modernos han tendido a considerar el principio de igualdad ante la ley como equivalente a la idea de indiferencia ante las diferencias, la autora trabaja sobre aquello que los medios dicen y lo que no (Ferrajoli, 1999). Para Fernández Hasan los medios operan a través de una serie de tácticas y estrategias de silenciamiento, olvido y ocultamiento; de denuncia, presencia y puesta en debate que tienden a reforzar estereotipos de género. Las imágenes y noticias soslayan la posibilidad de ligar los asuntos de mujeres a la cuestión de la ciudadanía, en cambio repiten el discurso estereotipado de madres abnegadas y señoritas de ropas ligeras aptas para diferentes (esta vez sí) tipos de consumo. La lectura del suplemento Las 12, publicado por el matutino Página 12, que ha constituido desde su creación y es actualmente un espacio desde el cual se han introducido los temas excluidos de la agenda de los medios, permite registrar el funcionamiento de lo que Fraser llamaría un contrapúblico débil: Las 12 interpela a las feministas y mujeres con conciencia de género. En sus páginas ellas se identifican, encuentran, intercambian, reconocen, discuten y se empoderan, a la vez que cumple una función de agitación, formación, enseñanza, educación, discusión, construcción de agenda destinada hacia públicos más amplios. Las 12 es, efectivamente, parte de un contrapúblico débil que batalla por la apertura de un espacio de debate que permita visualizar que las cuestiones de mujeres son un asunto político, parte de un esfuerzo cotidiano que realizan periodistas feministas, o simplemente sensibles a las cuestiones de género. Del mismo modo este libro ha sido parte de un esfuerzo sostenido y empeñoso por reconstruir una memoria que haga visible que las mujeres formamos parte de los sectores subalternos, un esfuerzo por reconstruir un nosotros y nosotras, alguna manera de recuperación de un horizonte propio tras la derrota. A partir de la idea, que recurre en todos los trabajos, de que la incorporación de las mujeres a los regímenes políticos modernos no ha sido históricamente un asunto de consenso, sino más bien una de esas cuestiones que provocan profundos desacuerdos pues los regímenes políticos modernos han tendido a considerar el principio de igualdad ante la ley como equivalente a la idea de indiferencia ante las diferencias, la autora trabaja sobre aquello que los medios dicen y lo que no (Ferrajoli, 1999). Para Fernández Hasan los medios operan a través de una serie de tácticas y estrategias de silenciamiento, olvido y ocultamiento; de denuncia, presencia y puesta en debate que tienden a reforzar estereotipos de género. Las imágenes y noticias soslayan la posibilidad de ligar los asuntos de mujeres a la cuestión de la ciudadanía, en cambio repiten el discurso estereotipado de madres abnegadas y señoritas de ropas ligeras aptas para diferentes (esta vez sí) tipos de consumo. La lectura del suplemento Las 12, publicado por el matutino Página 12, que ha constituido desde su creación y es actualmente un espacio desde el cual se han introducido los temas excluidos de la agenda de los medios, permite registrar el funcionamiento de lo que Fraser llamaría un contrapúblico débil: Las 12 interpela a las feministas y mujeres con conciencia de género. En sus páginas ellas se identifican, encuentran, intercambian, reconocen, discuten y se empoderan, a la vez que cumple una función de agitación, formación, enseñanza, educación, discusión, construcción de agenda destinada hacia públicos más amplios. Las 12 es, efectivamente, parte de un contrapúblico débil que batalla por la apertura de un espacio de debate que permita visualizar que las cuestiones de mujeres son un asunto político, parte de un esfuerzo cotidiano que realizan periodistas feministas, o simplemente sensibles a las cuestiones de género. Del mismo modo este libro ha sido parte de un esfuerzo sostenido y empeñoso por reconstruir una memoria que haga visible que las mujeres formamos parte de los sectores subalternos, un esfuerzo por reconstruir un nosotros y nosotras, alguna manera de recuperación de un horizonte propio tras la derrota. A partir de la idea, que recurre en todos los trabajos, de que la incorporación de las mujeres a los regímenes políticos modernos no ha sido históricamente un asunto de consenso, sino más bien una de esas cuestiones que provocan profundos desacuerdos pues los regímenes políticos modernos han tendido a considerar el principio de igualdad ante la ley como equivalente a la idea de indiferencia ante las diferencias, la autora trabaja sobre aquello que los medios dicen y lo que no (Ferrajoli, 1999). Para Fernández Hasan los medios operan a través de una serie de tácticas y estrategias de silenciamiento, olvido y ocultamiento; de denuncia, presencia y puesta en debate que tienden a reforzar estereotipos de género. Las imágenes y noticias soslayan la posibilidad de ligar los asuntos de mujeres a la cuestión de la ciudadanía, en cambio repiten el discurso estereotipado de madres abnegadas y señoritas de ropas ligeras aptas para diferentes (esta vez sí) tipos de consumo. La lectura del suplemento Las 12, publicado por el matutino Página 12, que ha constituido desde su creación y es actualmente un espacio desde el cual se han introducido los temas excluidos de la agenda de los medios, permite registrar el funcionamiento de lo que Fraser llamaría un contrapúblico débil: Las 12 interpela a las feministas y mujeres con conciencia de género. En sus páginas ellas se identifican, encuentran, intercambian, reconocen, discuten y se empoderan, a la vez que cumple una función de agitación, formación, enseñanza, educación, discusión, construcción de agenda destinada hacia públicos más amplios. Las 12 es, efectivamente, parte de un contrapúblico débil que batalla por la apertura de un espacio de debate que permita visualizar que las cuestiones de mujeres son un asunto político, parte de un esfuerzo cotidiano que realizan periodistas feministas, o simplemente sensibles a las cuestiones de género. Del mismo modo este libro ha sido parte de un esfuerzo sostenido y empeñoso por reconstruir una memoria que haga visible que las mujeres formamos parte de los sectores subalternos, un esfuerzo por reconstruir un nosotros y nosotras, alguna manera de recuperación de un horizonte propio tras la derrota. [1] Me refiero a la posibilidad que nos brindó la realización de un proyecto en el marco de trabajo de la Universidad Nacional de Cuyo, además de la institución que nos sostiene en la labor cotidiana, el CONICET, al que pertenecemos casi todos los que hemos trabajado en este libro. El proyecto al que hago referencia se titulaba Género y memoria: perspectivas para una lectura crítica de las encrucijadas de la ciudadanía y la democracia en la coyuntura actual, y fue financiado durante el período 2005-2007 por la  SECTyP de la UNCuyo. Se continúa en el proyecto, llevado a cabo por buena parte de quienes conformábamos el equipo de investigación anterior, que se encuentra en curso y se titula: Género, política y memoria: Notas sobre genealogías y tradiciones políticas de los sectores subalternos y de las mujeres. Perspectivas desde América Latina.