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El 15 de enero de 1944 la provincia de San Juan fue azotada por un sismo que destruyó el 95% de sus construcciones, lo que obligó a su reconstrucción casi completa. El Estado puso en marcha acciones directas para solucionar el problema habitacional con lo que se denominó los ?barrios de emergencia?. Estos estaban integrados por viviendas que se construyeron en un período de pocos meses y sirvieron para albergar a las familias que habían perdido sus moradas.Las casas estaban distribuidas en veinticinco barrios transitorios, muchos carecían de servicios básicos como agua potable y luz. Las soluciones fueron de dos tipos: por un lado se plantearon ?casillas?, con bases de ladrillo y paredes de "ondalit" y por otro se concretaron las casas ?prefabricadas? de madera. En relación al primer tipo, se levantaron tres mil estructuras en catorce barrios. Se habían dejado de lado los materiales tradicionales como el adobe y la quincha y se incorporó el uso de vigas de madera y paredes con interiores del mismo material y con zócalos de ladrillos o adobe, placas de fibrocemento (ondalit) en el exterior y techos. Las de madera eran conocidas como ?tipo vialidad? y se agruparon en conjuntos menores. Pretendemos abordar la problemática de los barrios de emergencia en sus aspectos materiales, mediante la documentación disponible en el Archivo General de la Provincia de San Juan, pero también exponer distintas tensiones que fueron consignadas en el diario conservador Tribuna. En este periódico han quedado plasmadas las críticas y agudas observaciones que existieron en relación a esta solución habitacional que perduró muchas décadas en la ciudad cuyana y que ha sido muy poco abordada por la historiografía.