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La exposición propone combatir la autonomización política y teórica de los debates del campo de la salud mental a partir de mirar, recuperar y aportar al campo de los feminismos. La autonomización no es un problema privativo del campo de la salud mental, pero en este ámbito ha profundizado la estigmatización de los/as usuarios/as, la idea de excepcionalidad y la vulneración de derechos ejercida por instituciones de salud mental o neuropsiquiátricas. Así, para cruzar fronteras disciplinares, temáticas y materiales del campo resulta estratégico aproximarnos a los feminismos, por cuanto aportan herramientas analíticas y metodológicas para las intervenciones profesionales, el diseño de políticas sanitarias y la militancia de usuarias/es, que tengan como horizonte lograr que los ámbitos de salud mental sean espacios de cuidado y respetuosos de los derechos y la autonomía de las personas. El recorrido de la exposición, por una parte, recupera contribuciones históricas de los feminismos al campo de la salud mental (construye las genealogías feministas) y, por otra, sugiere nutrirse y formar parte de los debates actuales sobre interseccionalidad y cuidados.