INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Ecofeminismo Materialista para un análisis no esclavista de las relaciones entre mujeres y naturaleza
Autor/es:
ANTONIA DEVOTO LYON
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Congreso; XII Encuentro ICES (International Center for Earth Science); 2018
Institución organizadora:
International Center for Earth Science
Resumen:
Esta ponencia trata sobre la definición de un concepto que he llamado Ecofeminismo materialista que puede ser de utilidad para pensar las vinculaciones entre mujeres y bienes comunes a partir de su militancia en movimientos socioambientales. Para dicha reflexión utilizo principalmente las reflexiones del autor portugués Boaventura de Souza Santos. La exposición se organizará en torno a cuatro temas centrales: la ?sociología de las ausencias?, la ?sociología de las emergencias? , ?epistemología, metodología y otras racionalidades? y un ?ecofeminsmo materialista como marco interpretativo?.Las experiencias de mujeres como ausencias Los aportes de De Souza Santos permiten reflexionar acerca de ?lo ausente? como un producto social, posible de estudiar desde la sociología en vista a las diversas estructuras sociohistóricas que generan dichas ausencias. Propongo que la ?sociología de las ausencias? propuesta por De Souza Santos es un modo de hacer sociología especialmente útil para estudiar experiencias de mujeres en los más variados ámbitos y ramas del conocimiento donde han sido sistemáticamente producidas como ?ausentes? (Haraway, 1995). Desde esta sociología es posible pensar los límites temporales como construcciones ideológicas, siendo la ?sociología de las ausencias? una posibilidad de ensanchar el presente en tanto ?trae a la presencia? lo invisibilizado por la razón metonímica característica del sistema socioeconómico neoliberal (De Souza Santos, 2010). Reflexionar acerca de la sociología de las ausencias pone en cuestionamiento el pensamiento fuertemente binario de herencia moderna que impera en las ciencias sociales. Propongo que conocimiento y política no se encuentran en una relación antagónica en tanto traer al conocimiento lo creado como ausente es en sí mismo una forma de hacer política. Si, entonces, una forma de creación de los/las sujetos subalternos es la invisibilización (no conocido/no estudiado) las situaciones de injusticia global de esos sectores es también injusticia cognitiva global (De Souza Santos, 2010). Militancia de mujeres como emergenciasOtra propuesta del autor que utilizaré, ya que puede ayudar a pensar los límites temporales como construcciones ideológicas, es la ?sociología de las emergencias?. Esta sociología estudia el universo de posibilidades futuras, especialmente relevante a la hora de estudiar militancia y movimientos sociales. En la acción política de los movimientos sociales juega un rol fundamental el futuro. Es decir, las expectativas a futuro, la posibilidad del cambio o de un ?futuro soñado? son ejes organizadores de las experiencias del presente e importantes fuentes de sentido de la acción colectiva. Para De Souza Santos la sociología de las emergencias es una forma de reducir el futuro, en tanto no queda abierto a un devenir inconmensurable, sino que se construye en la movilización social concreta que toma en sus manos dicha construcción. Metodología feministaLa sociología de las ausencias y la sociología de las emergencias plantean de forma conjunta interesantes desafíos epistemológicos. En primer lugar, conocer lo ausente y en segundo lugar, conocer lo que todavía no es. Esto a su vez conlleva importantes, y necesarias, reflexiones metodológicas. En primer lugar construir instrumentos que generen situaciones que visibilicen lo invisibilizado y en segundo lugar, construir instrumentos que permitan conocer no sólo lo que es, sino también lo soñado (a modo de motor concreto del presente). Para la primera labor de visibilizar lo invisibilizado son de gran ayuda las diversas teorías feministas. Por un lado, aquellas reflexiones del feminismo de color (Colectiva del Río Cambahee, 1988) que permiten pensar cómo las categorías de clase, raza y sexo que atraviesan a un/una sujeto determinan su invisibilización, y, por otra parte, como las mujeres en tanto clase social son subordinadas e invisibilizadas, como proponen los feminismos francoparlantes materialistas (Falquet, 2012). En complemento con lo anterior, aquellas reflexiones de la teoría feminista que permiten pensar las experiencias concretas de los/las sujetos como insertas en una red mayor de relaciones socioeconómicas que cuestionan la contingencia y azar de dichas experiencias en vista a las estructuras de poder que las determinan (Federici, 2010). Comprendiendo que no existe un modelo políticamente neutro y menos un conocimiento neutral y que por lo tanto los saberes son siempre situados, anclados en cuerpos concretos (Haraway, 1995) y que ese orden está regulado por una organización económica mundial (Svampa, 2013). Para la segunda labor de reflexionar acerca de las expectativas futuras, pueden ser de utilidad algunas reflexiones de los feminismos comunitaristas (Gargallo, 2014) que proponen un futuro diferente del presente patriarcal, caracterizado por los estilos cognitivos femeninos (Blazquez, 2012) capaces de construir un mundo diferente al actual. Lo anterior será discutido tomando las ideas de Jean Grimshaw (1986) de que las mujeres tienen probablemente preocupaciones y prioridades éticas diferentes y no necesariamente una forma diferente de razonamiento moral.La creación en la marcha de un ecofeminismo materialistaComo marco teórico que permita desarrollar una sociología de las ausencias y emergencias para el estudio de militancia de mujeres y que utilice y discuta los contundentes aportes de las diversas teorías feministas propongo un Ecofeminismo Materialista. Este marco conceptual puede dar cuenta de las similitudes de las formas de apropiación de la naturaleza y de las mujeres (Svampa, 2015). Siendo ambas sujetos de deberes y no de derechos quedando en evidencia la falsedad de la idea base del Derecho Constitucional de que a todo derecho le está relacionado un deber; siendo más bien que, como propone Guillaumin (2012), a los derechos de unos le corresponden los deberes de otras. Esto es especialmente relevante para pensar las estrategias que pueden tener las militantes en la protección de la naturaleza, y las limitaciones de éstas mismas. En vistas a estas similitudes, un Ecofeminismo Materialista, puede contribuir a entender las diversas formas de apropiación que estas sujetos y la naturaleza enfrentan. La apropiación del tiempo (todo el tiempo), la apropiación de los productos del cuerpo (de las mujeres y de la tierra para la naturaleza), la obligación sexual (o de generación de bienes y recursos para la naturaleza) y de las labores de cuidado de todo el grupo (o de sanación, regeneración y reproducción para el caso de la naturaleza) serán temas profundizados en la ponencia para ver los mecanismos análogos de dominación de las mujeres y la naturaleza. Desprovistas de los medios de producción y vueltas objeto o recurso, la lucha de las mujeres y la naturaleza puede ser entendida como lucha de clases (Guillaumin, 2012). Se profundizará en la posibilidad que tendría este Ecofeminismo Materialista de combinar el análisis de clase con una ética del cuidado comprendida como una ética desde una perspectiva contextual, que concibe a las personas como seres interdependientes (y no independientes). Como propone Jaggar (1995) la ética se preocupa de las relaciones interpersonales y no de las decisiones racionales independientes (personales) lo que contribuye a pensar el Ecofeminismo materialista como una teoría capaz de organizar la movilización política de algunas mujeres, así como su visibilización y proyección.