INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
REVISIÓN DE LOS INDICADORES DEL TEST CARAS-R: EFICACIA ATENCIONAL Y CONTROL DE LA IMPULSIVIDAD
Autor/es:
ISON, MIRTA SUSANA; KORZENIOWSKI, CELINA; MONTEOLIVA, JUAN MANUEL
Lugar:
Mérida
Reunión:
Congreso; XXXVI CONGRESO INTERAMERICANO DE PSICOLOGÍA 2017; 2017
Institución organizadora:
Sociedad Interamericana de Psicología
Resumen:
La atención es un mecanismo de control responsable de la organización jerárquica de los procesos involucrados en la elaboración de la información de acuerdo con el requerimiento situacional. Su desarrollo se considera esencial para el funcionamiento de otros procesos cognitivos y es un indicador que predice el desempeño en tareas que demanden control ejecutivo (Ison, Korzeniowski, Segretin & Lipina, 2015). Particularmente, se observa una estrecha relación entre atención y control inhibitorio (CI). El CI es un constructo multidimensional, que en su vertiente cognitiva, posibilita inhibir los estímulos distractores que interfieren en la eficiente realización de una tarea y en consecuencia, resulta un componente esencial en la focalización y mantenimiento atencional (Diamond, 2013; Friedman & Miyake, 2004). La cercanía conceptual de estos dos procesos ha llevado a emplear de manera indistinta los términos atención ejecutiva, control de la interferencia y control inhibitorio, situación que ha embebido la evaluación neuropsicológica (Reyes, Barreyro & Injoque Ricle, 2014). Un ejemplo, es el Test de Percepción de Semejanzas y Diferencias (TPSD) o CARAS-R, el cual se originó como una medida de atención focalizada (Thurstone & Yela, 1985), pero en revisiones posteriores se lo considera un instrumento viable para medir control de la impulsividad (ICI) en España (Repáraz, Peralta & Narbona, 1996; Crespo-Eguílaz et al., 2006) o eficacia atencional (EA) (Ison & Carrada, 2011) en Argentina. El CARAS-R en la actualidad integra la lista de tests más utilizados para evaluar la atención y la aptitud para percibir, rápida y correctamente, semejanzas, diferencias y patrones estimulantes parcialmente ordenados (Thurstone & Yela, 2012). Como característica principal, el test de evaluación atencional consta de 60 bloques-estímulos, cada uno de ellos formado por tres dibujos esquemáticos de caras (con trazos elementales representan- do la boca, ojos, cejas y pelo), una de las cuales es distinta. La tarea consiste en determinar cuál es la cara diferente y tacharla. La prueba es aplicable a partir de los 6-7 años en adelante y en todos los niveles socio- económico-culturales. Al igual que el test, ambos indicadores (ICI y EA) han sido validados y ampliamente usados como parámetros de evaluación del CARAS-R (Monteoliva, Ison & Pattini, 2014; Monteoliva, Carrada & Ison, 2017). Actualmente, estos indicadores presentan las siguientes expresiones matemáticas: ICI = [(A ? E)/(A + E)] x 100 y EA = A /(A + Eo + Ec); siendo (A) aciertos, (E) errores, (Eo) errores por omisión y (Ec) errores por comisión. El indicador ICI considera que un buen control de impulsividad implica la presencia de un número mínimo de errores, mientras que la falta de control conlleva la comisión de un alto número de errores y de aciertos por azar (Crespo-Eguílaz et al., 2006). Por otro lado, la EA es un valor entre 0 y 1, que representa la probabilidad de acertar cada vez que se hace un intento. Por lo tanto, el valor 1 indica que el sujeto es competente en un 100% marcando correctamente la totalidad de elementos, sin cometer errores de ningún tipo; por el contrario, la presencia de error disminuye dicha probabilidad (Ison & Carrada, 2011). En base a diferentes estudios realizados por los autores, el presente trabajo se propone como objetivo analizar la relación entre el índice de control de la impulsividad (ICI) ?España- y la eficacia atencional (EA) -Argentina-.Este trabajo contó con una muestra de 4.462 escolares de 7 a 12 años (edad promedio = 9.53; DE = 1.706) de segundo a séptimo grado, que concurrían a 17 establecimientos educativos de nivel primario. La muestra estuvo conformada por 2.279 mujeres (51.1%) y 2.183 varones (48.9%) pertenecientes a ámbitos urbanos 50.8% (2.265) y urbano-marginados 49.2% (2.197) del Gran Mendoza. La muestra de estandarización se obtuvo por muestreo aleatorio, estratificado con procedimientos de distribución proporcional. Se obtuvo una correlación lineal positiva entre ambos indicadores (r = 1, n = 4462, p = .000), esto posibilita generar dos expresiones matemáticas que permiten convertir los resultados del ICI a EA (ICI = 200 x EA - 100), y viceversa (EA = 0.005 x ICI + 0.5).Si bien, estos indicadores han sido generados en puntos geográficos diferentes (España y Argentina), a partir de este trabajo se verifica una estrecha relación entre ambos y se brindan expresiones matemáticas para convertir rápidamente los resultados de ambos indicadores cuando no se cuenta con todos los elementos que componen la fórmula (A, E, Eo y Ec). Asimismo, este trabajo aporta evidencia empírica sobre el uso de constructos teóricos distintos para denominar un mismo proceso cognitivo y en consecuencia, se plantean como futuros trabajos establecer conexiones entre los equipos de investigación de España y Argentina, con miras a unificarlos en un concepto integrador.