INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
DISPUTAS SOCIOAMBIENTALES POR EL AGUA DEL RÍO ATUEL (MENDOZA-LA PAMPA, ARGENTINA).
Autor/es:
FACUNDO MARTÍN; FACUNDO ROJAS; LUCRECIA S. WAGNER; LILIANA BARBOSA; ROBIN LARSIMONT; FACUNDO MARTÍN; FACUNDO ROJAS; LUCRECIA S. WAGNER; LILIANA BARBOSA; ROBIN LARSIMONT
Lugar:
San Juan
Reunión:
Jornada; III Jornadas Nacionales de Ecología Política; 2017
Institución organizadora:
Departamento de Biología, Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales UNSJ-CLACSO
Resumen:
Desde fines de siglo XIX los oasis irrigados del norte cuyano y las ciudades del sur mendocino (un poco más tardíamente, hacia principios del XX) fueron progresivamente captando los caudales de la cuenca media del río Atuel y Diamante para riego, lo que tuvo como consecuencia una disminución de los caudales hacia la cuenca baja del río Atuel-Chadileuvú que se encuentra en la ?vecina- provincia de La Pampa. Fue así que el oeste de esta última provincia, se transformó en una zona (más) árida de lo que había sido. La Pampa es una provincia argentina que abarca llanuras húmedas en su sector noreste, pero que va transformando su paisaje en llanuras y mesetas áridas hacia el suroeste de su territorio. Esta unidad administrativa no tuvo el poder político de Mendoza, hasta mediados de siglo XX, pues tuvo la categoría de Territorio Nacional hasta 1952, cuando se le dio el status de Provincia, con gobierno propio y constitución. En la actualidad es una de las provincias con menos habitantes del país, contaba con 316.940 habitantes en el 2010, con una densidad de 2,21 hab/km2, la cual, es mucho menor en el oeste provincial, que es específicamente nuestra zona de estudio. En estos municipios de Chical-Có, Puelén, Chalileo, Limay Mahuída y Curacó persistieron actividades de subsistencia (ganadería extensiva especialmente) con graves limitantes hídricos. Por estas interrupciones y captaciones, del caudal del río Atuel, desde Mendoza a La Pampa, se han producido diferentes demandas judiciales, por parte del gobierno pampeano buscando resarcimiento. La última de ellas, que está por resolverse en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha generado en las dos provincias profundos debates que incluyen variados argumentos políticos, legales, ambientales, entre otros, algunos de los cuales incluyen nociones como el daño ambiental o el cambio climático.Nuestra propuesta es indagar, desde las perspectivas de una Ecología política histórica, los aportes que puedan enriquecer la investigación sobre este conflicto; considerando específicamente aspectos epistemológicos y metodológicos que den cuenta de las hidropolíticas que atravesaron la gestión de esta cuenca.Uno de los problemas ambientales de mayor trascendencia es el referente al agua, no sólo por las fuertes desigualdades que impone su distribución geográfica, tanto en el tiempo como en el espacio, sino también por las decisiones políticas y económicas que determinan nuestra relación social con este vital elemento. Así, en estas últimas décadas la cuestión del agua se ha convertido en uno de los principales temas de debate a escala mundial. Paralelamente, en el mundo académico, se multiplicaron las investigaciones críticas en torno al abordaje conceptual y teórico de las diversas problemáticas en torno del agua, de su papel en la compleja relación sociedad-naturaleza y de las relaciones de poder que atraviesan la gestión hídrica.Este hincapié en las formas históricas de apropiación de la naturaleza -o partes de ella- por diferentes actores, así como el mantenimiento o reproducción de esas apropiaciones viene siendo desarrollado en diferentes trabajos colectivos publicados en las últimas décadas. Sin embargo, el conflicto sobre Atuel-Chadiluvú, no ha sido leído suficientemente desde estos enfoques y perspectivas que proponemos en este trabajo y que denominamos sintéticamente como ?water studies?. Estos últimos prestan mayor atención a las relaciones de poder que envuelven las disputas en torno al agua. Precisamente es éste un caso muy evidente, en el que los argumentos sobre la naturaleza parecen ir desglosados de aquellos que tienen que ver con cuestiones tradicionalmente entendidas como políticas, sociales o culturales. Es así que existen argumentos centrados en la necesidad de modernización de infraestructura hídrica, sin tener en cuenta ?por ejemplo- quién y cómo aprovecharán dichas obras. Otras lecturas del conflicto tienen que ver con un (posible) pasado de abundancia de agua y recursos, pero dichas interpretaciones no problematizan qué desarrollo tendría esta zona si se recuperara el caudal hídrico en la actualidad. El cambio climático, es otra noción repetida en la disputa, sin embargo más allá de los debates climatológicos, en este caso es funcional para frenar cualquier reparación mendocina. De esta manera, evitar la parcialización de las interpretaciones es lo que se pretende evidenciar y superar. Contexto espacio temporal del caso:En primer lugar, haremos una contextualización espacio-temporal de nuestro caso de estudio. Presentamos los principales antecedentes históricos, que pueden ayudar a comprender los argumentos actuales en disputa. Cabe recordar, que las tierras que son objeto de este trabajo estuvieron habitadas desde hace alrededor de 10.000 años antes del presente por pueblos originarios. En los últimos siglos, durante el dominio español, habrían ocupado estas tierras tehuelches septentrionales (antiguamente denominados pampas, hets, ranqueles y querandíes), puelches y posteriormente pehuenches. Estas etnias fueron tejiendo complejas relaciones entre sí, y durante el período colonial cambiaron su distribución territorial, en continuo conflicto y negociación con los españoles primero, y después con los republicanos. A partir de 1700 se habría producido un complejo proceso de mestizaje cultural y social con los pueblos mapuches y del occidente cordillerano (pehuenches). A partir de 1878 se realiza la denominada ?Campaña del Desierto?, que implica la derrota definitiva de los pueblos indígenas que ocupaban el sur de Mendoza y La Pampa hasta el sur patagónico, por el ejército argentino. Como resultado de ello el estado nacional ocupa estos territorios hasta Tierra del Fuego (no sin conflicto con Chile, que realizó un avance similar) y comienzan, en nuestra área de estudio (sur de Mendoza y oeste pampeano), proyectos productivistas para explotar económicamente estas tierras, utilizando ?con resultados dispares- las modalidades capitalistas del momento, como la agricultura bajo riego, o la cría de ganado (ovino o vacuno) y la producción de trigo y otros cereales, como se hacía en la región pampeana.El sometimiento indígena se logró a partir de las muertes por las batallas y la diáspora forzada de mujeres y niños a otras ciudades y provincias. Se priorizó en la región primero el otorgamiento de tierras a grandes terratenientes, en muchos casos vinculados al ejército y al gobierno. En otros casos algunos colonos extranjeros y criollos tuvieron facilidades para acceder a la tierra, mientras la mayor cantidad de indígenas y criollos no estuvieron incluidos en planes gubernamentales, y elsu acceso a la tierra era cuando la ocupaban, por ser zonas marginales, periféricas y poco atractivas para la producción. Progresivamente estos territorios fueron incorporados, por un lado, a la provincia de Mendoza, y por otro a unidades administrativas dependientes directamente de la Presidencia de la Nación, como el Territorio Nacional de La Pampa. Concretamente en la zona de influencia de nuestro estudio, y a partir del avance productivista, crecieron los grandes oasis del Alto Valle del río Negro al sur (actuales provincias de Neuquén y Río Negro) y San Rafael y Colonia Alvear, al norte, en tierras ya para ese momento mendocinas.Sin embargo, en el centro de estos territorios permaneció la cuenca baja del sistema Desaguadero-Salado, la cual por diferentes factores (escasa mano de obra, aridez de la zona, ausencia de rutas importantes, competencia de territorios vecinos) no recibió atención estatal, y sí, cada vez, menos agua. Hay que explicar que toda esta región (actualmente las provincias de Mendoza, La Pampa y Neuquén) depende del agua que baja de la Cordillera de los Andes, vía deshielo (tanto de la nieve como de los glaciares), y que una vez en las planicies, es captada a partir de los ríos o como agua subterránea. Este es el caso de todos los ríos de la Cuenca Salado-Desaguadero, en donde se encuentran los ríos Atuel, Salado, Chadileuvú y Curacó. Concretamente el final de la Cuenca Salado-Desaguadero, (Chadileuvú-Curacó) trajo históricamente menos agua que el sector de la cuenca alta pues la infiltración y evapotranspiración en los desiertos son muy altas; de todas formas, todo parece indicar que sus caudales eran bastante mayores antes del impacto social producido desde comienzos del siglo XX. Es allí cuando se avanza sobre los indígenas. Paralelamente comienza un nuevo ciclo de acumulación y desarrollo en Mendoza basado fundamentalmente en el cultivo intensivo de la vid. De esta manera el oeste pampeano habría sufrido la escasez de caudales, durante muchos años, por un manejo poco solidario de la cuenca alta y media.Walter Cazenave ha sido quizás el historiador más prolífico sobre los cambios en la cuenca baja del sistema Desaguadero-Atuel. Dice el autor: ?Entre 1917 y 1948 todos los brazos que entraban a La Pampa fueron desapareciendo por aprovechamientos en la cuenca media del río, trasformando la región en un desierto (precipitación anual: 350 mm). Se ha pasado desde la antigua existencia de colonias agrícolas a una ganadería extensiva, a menudo de subsistencia, en la que los ocasionales escurrimientos son considerados una molestia y un estorbo, perdiéndose muchos de los detalles, toponimia especialmente, que indicaban las características físicas, biológicas y humanas del curso. Como resultado de esa situación cuando han ocurrido crecientes se produjeron situaciones problemáticas por haberse perdido lo que se denomina ?memoria fluvial? de la zona, aunque está presente en manifestaciones folklóricas?.Los actores y la disputaEn segunda instancia, e inspirados en otras líneas de investigación referentes a la construcción, reproducción y productividad del conflicto, nos enfocaremos en las diferentes constelaciones de actores y sus diferentes escalas de operación. Para analizar las negociaciones y enfrentamientos a escala provincial, es necesario dilucidar los principales hitos que marcaron esta disputa entre ambas provincias. Es así, que desde la década de 1940 -en la que se construyó el Nihuil, por decisión del gobierno nacional-, La Pampa viene realizando sucesivas presentaciones judiciales por el corte del flujo del río Atuel. Así se suceden juicios, acuerdo y desacuerdos, convenios cumplidos o no cumplidos entre las dos provincias. Entre ellas, la resolución 50 de 1949 de la Empresa Agua y Energía Eléctrica de la Nación, dispuso ?la entrega de caudales de las descargas de El Nihuil con destino a bebida de poblaciones y ganado, riego de las praderas y alimentación de presas y lagunas", pero la provincia de Mendoza no cumplió con lo acordado. Posteriormente, en el año 1979 la provincia de La Pampa llevó su reclamo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que dictaminó ocho años después la "interprovincialidad del río" y dispuso que ambas provincias "deben acordar los usos futuros del recurso hídrico".Unas décadas después, funcionarios mendocinos argumentaron que se han realizado obras que beneficiaron a La Pampa, como el Canal Matriz Nuevo Alvear, que permitirían que La Pampa recibiera un caudal ecológico. Una de las soluciones implicaría, entonces, que las provincias acuerden qué representa un "caudal mínimo fluvioecológico", es decir, el establecimiento de un caudal mínimo permanente que llegue a territorio pampeano. Según el convenio firmado por el gobernador mendocino anterior a Pérez, Celso Jaque, en 2008, este caudal se obtendría a partir de las obras de impermeabilización en canales de riego del sur mendocino. Este acuerdo no implicó una solución y no fue ratificado por las cámaras legislativas mendocinas, por lo que la Fiscalía de Estado de Mendoza emitió una resolución en la que señala que el convenio no tiene efectos legales, precisamente por no haber sido ratificado por la Legislatura.Si bien en los últimos años algunas declaraciones de funcionarios mendocinos reconocían la deuda con la provincia de La Pampa, en los últimos meses las posturas de ambas provincias se han radicalizado. El fiscal de estado mendocino ha declarado que ?el gobierno pampeano ha construido "un relato" sobre la falta de agua y deslizó que la maniobra tiene "fines políticos"?. Endureciendo la posición mendocina en la presentación del expediente mendocino a la Corte Suprema, afirmó que "los pampeanos han construido un relato ficticio sobre una foto de la cuenca del río seco". Por su parte, el Secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, ha afirmado que ?Con una foto y con hablar con un poblador de la zona se puede acreditar el daño que, por falta de cooperación de Mendoza, ha llevado a un nuevo juicio?, y que ?la provincia ha presentado estudios que llevaron más de dos años a la Universidad Nacional de La Pampa, que se llama cuantificación del daño ambiental?Entre los principales antecedentes de este tema, es clave la labor del escritor y periodista Anibal Ford, quien realizó varios viajes y navegaciones en el río Chadileuvú (nombre que adquiere el Río Desaguadero/Salado en la provincia de La Pampa) a partir de los cuales registró la situación socio-ambiental del oeste pampeano y describió la tragedia en torno a la disminución de los caudales del río y los efectos sociales derivados.Si bien este proceso ha generado una innumerable serie de expresiones artísticas, no ha registrado, con la misma fuerza, una masa crítica de estudios científicos sobre el tema que incluyan diferentes aspectos y enfoques sobre el problema. El conflicto por el Atuel ha configurado ensamblajes socionaturales de actores, que varían según se considere la perspectiva mendocina o la pampeana.Reflexiones sobre la construcción del conflicto territorialEn tercer lugar, movilizando la perspectiva de la Ecología política del agua, especialmente el aporte del materialismo histórico geográfico y la teoría del actor red, elaboramos una serie de reflexiones, que incluyen los componentes centrales para la construcción del conflicto en ambas provincias, haciendo hincapié en la estructura social de poderes, y en las tecnologías e infraestructuras. Estamos pensando a la gran obra de acaparamiento de aguas del Río Atuel en el territorio mendocino como una relativamente exitosa ?misión hidráulica?. La noción de misión hidráulica, aunque muy evocativa, requiere de mayor análisis. Aunque es evidente la fertilidad que puede tener analizar las concepciones y trayectorias que tuvo la implementación del modelo vitivinícola en el sur mendocino, como también el Complejo hidroenergético de Los Nihuiles a través de la etnografía institucional, es también relevante comprender las razones de su fortaleza y persistencia a lo largo del tiempo. A su vez, en lugar de esquemas de paradigmas de sucesión más o menos evolucionistas, buscamos desarrollar un marco analítico que focalice en las razones de porqué unos paradigmas dominan sobre otros en determinados momentos.Se han identificado actores con perfiles técnicos en las dos partes del conflicto, algunos con un carácter más institucional, como el Departamento General de Irrigación en Mendoza, otros miembros de la Fundación Chadileuvú, en La Pampa. Paralelamente existen también en las organizaciones sociales que bregan por el agua en La Pampa otra tipología de actores locales, como en el sur de Mendoza diferentes tipos de productores rurales, algunos de los cuales integran a su vez Asambleas ambientales contra la megaminería. En este contexto, es importante resaltar que las relaciones estado-naturaleza, y en este caso, los posicionamientos y trayectorias de las burocracias hídricas y los diferentes actores, son relacionales. Comprender las causas y los procesos del "giro ambiental" en esta red de actores, resulta así relevante, y es importante avanzar en dilucidar qué alianzas políticas en la sociedad ampliada facilitan u obstaculizan las transformaciones de este sector.Finalmente, retomando debates de la ecología política en torno a "política de la escala" y sus efectos, nos preguntamos respecto a las poblaciones o territorios afectados dentro de la provincia de Mendoza y La Pampa. Efectivamente, al centrarse la atención en el conflicto "interprovincial" de La Pampa vs. Mendoza, se ocultan/invisibilizan un conjunto de actores y procesos de producción de desigualdad que es necesario estudiar en las dos provincias.