INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Las transformaciones de las políticas sociales y sus efectos en las relaciones de género en los inicios del siglo XXI. Apuntes para el debate
Autor/es:
ANZORENA, CLAUDIA
Lugar:
Ciudada Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XXVII Congreso ALAS Latinoamérica Interrogada; 2009
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Sociología - FCS-UBA
Resumen:
En la última década, las fuertes transformaciones en la estructura social argentina, han afectado a todos/as, pero en forma particular a las mujeres: las más pobres entre los/as pobres y, tal vez por eso, las “destinatarias” privilegiadas de las políticas sociales. La reforma neoliberal del Estado, profundizada en los ‘90, produjo una reestructuración social que ahonda las desigualdades y una redefinición de las políticas públicas, que han adquirido la modalidad de políticas focalizadas dirigidas hacia sectores vulnerados por el modelo económico, donde la preocupación en torno al empobrecimiento y la exclusión coloca a “las mujeres” como un factor indispensable para atenuar la pobreza, no sólo la propia, sino que sobre todo de las personas a su cargo. Paradójicamente, a pesar de la clara direccionalidad de los planes sociales hacia las mujeres (madres y pobres sobre todo) y de la retórica de la presencia de “componentes” de género en la planificación social, las políticas de atención a la pobreza se presentan como intervenciones sexualmente neutras dirigidas hacia las familias como un todo armonioso, invisibilizando el trabajo de las mujeres como receptoras y administradoras de los planes sociales. De este modo, en esta ponencia nos proponemos abrir el debate en torno a cómo afectan en las relaciones de género la transformación de las políticas sociales, tomando como eje las características de los planes sociales implementado a inicios de 2000 en un escenario de aumento de la pobreza y de conflictividad social, a lo que se sumó la salida de la Convertibilidad que fue acompañada de una serie de medidas consideradas “de emergencia” para contener el malestar social generalizado. En estas medidas las mujeres dejan de ser consideradas ciudadanas - tanto en lo relativo a los derechos específicos de género como a los laborales– para posicionarse como las administradoras de la asistencia para los hogares vulnerables. La profunda vinculación entre capitalismo y patriarcado, ubica a las mujeres en la relación entre economía y política en el lugar de las encargadas de mitigar con sus labores domésticas o su propio activismo social la retirada del Estado. De este modo, mientras se arrinconan y se mitigan el contenido de ciudadanización de las políticas de género y de promoción de la autonomía de las mujeres en cuanto sujetos con derechos, se las toma como las destinatarias de las políticas paliativas de la pobreza y de satisfacción de las necesidades de la familia. La diferencia sexual en los planes sociales de fines los ’90 y de la postconvertibilidad aparecen como situaciones que escapan a las intenciones de la planificación, sin embargo sus efectos se orientan o bien en el sentido de reforzar el rol doméstico de las mujeres y consolidar los estereotipos de lo femenino o bien a considerar al “beneficiario” como sexualmente neutro y de esa manera reproducir, de todas formas, lo que está establecido.