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En este trabajo intentamos avanzar en la transindividuación retomando y continuando lo ya dicho: en virtud de alcanzar una mayor potencia, una estabilidad mayor, los seres humanos se transindividúan en cuerpos sociales. La individuación es un proceso constante en busca de una estabilidad destinada a no alcanzarse, un devenir sin fin que tiene al conflicto y la dinámica de elementos que producen al todo en virtud de relaciones y encuentros malos (que disminuyen la potencia de los cuerpos) y buenos (que aumentan su potencia). El eje de este trabajo se posiciona en la lucha entre delinear el devenir de los movimientos sociales, la regulación de las relaciones entre los elementos del cuerpo social y la creación de otras formas de existir en el mundo por fuera de una relación moral con el poder y los signos.