INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Una reflexión sobre la etnografía institucional como herramienta de análisis feminista.
Autor/es:
YAÑEZ, SABRINA SOLEDAD
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Encuentro; V Encuentro Latinoamericano de Metodología de las Ciencias Sociales (ELMeCS); 2016
Institución organizadora:
Red Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales
Resumen:
Mi tesis doctoral procuraba analizar las tensiones entre maternidad como institución y maternidad como experiencia, llevando la distinción propuesta por Adrienne Rich al campo de la salud pública y sus regulaciones en torno al embarazo, el parto y el puerperio. A pesar de que el peso de la maternidad institucionalizada se hace sentir sobre los cuerpos, sobre las vidas concretas y cotidianas de las mujeres, la misma Rich expresó en Nacemos de Mujer la dificultad de ubicar materialmente a la institución de la maternidad. Se hacía necesaria la búsqueda de una metodología que permitiera mantener la distinción entre experiencia e institución y que, al mismo tiempo, analizara sus relaciones. Una metodología que se inscribiera en genealogías feministas, es decir, que mantuviera el enfoque puesto en las sujetos y que considerara sus experiencias como punto de partida para el análisis. Sondeando entre las metodologías críticas en ciencias sociales, la propuesta más convincente me resultó la de Dorothy E. Smith, quien ha formulado una etnografía institucional que apunta a visibilizar las maneras en que el orden institucional crea las condiciones de la experiencia. Este método arranca con una problemática, entendida por Smith como una disyunción entre la experiencia y las formas en las que la experiencia es expresada socialmente. Las dificultades que las mujeres enfrentan/mos para inscribir sus/nuestras experiencias en el lenguaje patriarcal son ejemplos persistentes de esta disyunción. La vida y la obra de Dorothy Smith se enmarcan claramente en una genealogía feminista y fue una de las pioneras en su campo, la sociología. Sus experiencias como ama de casa y madre criando sola a dos hijos fueron centrales para ella, al sentir que estas vivencias se organizaban de modo muy diferente al de la labor sociológica, estructurada en torno a un sujeto de conocimiento neutral y des-encarnado. La conciencia bifurcada producto de estas experiencias. A partir de esa conciencia bifurcada, que daba cuenta de una relación jerárquica entre formas de conocimiento científico y de conocimiento cotidiano, Smith se propuso formular una sociología que comenzara en lo concreto de la vida cotidiana y que anclara la investigación de lo social en las actividades diarias. Comenzar por la experiencia era lo aprendido en su participación en el movimiento de mujeres, y Smith decidió llevarlo también a su concepción y práctica sociológicas. Desde ese momento, apoyada por colegas y estudiantes, y desde distintas instituciones educativas canadienses, Dorothy Smith ha ido sentando las bases de una propuesta que llamaría ?etnografía institucional? y que se apoya en una ontología de lo social y una epistemología del punto de vista. A diferencia de otras propuestas epistemológicas feministas, la de Dorothy Smith fue un paso más allá de la crítica a las formas tradicionales de investigación social ya que apuntó a generar nuevas formas de acercamiento a lo social, nuevas prácticas con un claro interés emancipador para las mujeres y otros sujetos que han estado excluidos de la producción de conocimiento. La etnografía institucional tiene dos objetivos principales: por un lado, se apunta a producir mapeos de las tramas del poder en los complejos institucionales que dan forma a las experiencias de las personas para que éstas puedan tener un mayor margen de maniobra y decisión; por otro lado, se trata de construir conocimientos y métodos para descubrir las instituciones y las relaciones de poder de la sociedad occidental contemporánea, explorando los procesos que tienen un poder ?generalizador? sobre los escenarios locales/particulares.De este modo, la etnografía institucional permite analizar los procesos de institucionalización, es decir, los mecanismos a través de los cuales las experiencias singulares ?con todas sus contradicciones, diferencias, desigualdades y especificidades- se traducen en versiones asimilables y estandarizables para el funcionamiento de una institución. Aquí, el concepto de institución hace referencia a un complejo de relaciones que forman parte del aparato de dominación y que se organiza en torno a una función como la educación, los servicios de salud, la ley, etc. Según Dorothy Smith, los procesos de institucionalización son centrales en la manera en que el poder está organizado en las sociedades capitalistas actuales. Aplicar los aportes conceptuales y metodológicos de la etnografía institucional al estudio de los procesos de institucionalización de la maternidad ?y en particular de las actividades reproductivas- me permitió analizar las relaciones entre experiencias e institución, sus tensiones, sus articulaciones, sus batallas. Las operaciones de las instituciones parecen neutralizar las críticas feministas a la institución de la maternidad; es por eso que la etnografía institucional deviene una herramienta clave para restituir una visión feminista de la(s) maternidad(es), para continuar politizando las experiencias de las mujeres.