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El artículo constituye el texto de la intervención en el panel: Para qué la filosofía en la escuela. Esta pregunta contiene implícita otra cuestión general que se relaciona con una interpelación recurrente sobre este tipo de saber, ciertamente más que sobre cualquier otro, cuando se hace referencia a la función o la utilidad que posee.Este problema se trata en el marco de reformas educativas en que se verifica la pérdida de espacios curriculares propios de las disciplinas filosóficas, especialmente en la enseñanza media, lo cual ha sido una experiencia reciente en la provincia de Mendoza, pero también sabemos que ocurre en diferentes lugares y, en líneas generales, responde a tendencias del mundo contemporáneo. Precisamente la posibilidad de pensar las transformaciones que se han producido en el orden del conocimiento y en las mismas sociedades actuales, nos permitiría ubicar mejor el lugar que ocupa -o debería ocupar- la filosofía.Asimismo se orienta la indagación sobre el sentido de la filosofía y su papel en la educación, vinculándolo a la contextualización que tiene todo pensamiento, contexto que en nuestro caso puede ubicarse en la realidad social y cultural de América Latina, sin duda atravesada por una gran diversidad pero que evidencia situaciones similares o convergentes. Lo anterior encuentra, además, una referencia cierta en las líneas de reflexión que ha generado la denominada filosofía latinoamericana, la cual igualmente contiene diferentes posiciones.