INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
EL BOSQUE URBANO DE MENDOZA Y SU RELACIÓN CON EL RECURSO HÍDRICO. EVALUACIÓN DEL CRECIMIENTO DE Platanus hispanica MEDIANTE ANÁLISIS DENDROCRONOLÓGICO.
Autor/es:
CLAUDIA F. MARTINEZ; FIDEL A. ROIG; M. ALICIA CANTÓN
Lugar:
Iguazú - Misiones
Reunión:
Congreso; 4º Congreso Forestal Argentino y Latinoamericano. Iguazú 2013; 2013
Resumen:
Las características del crecimiento de los árboles que integran el bosque urbano de la ciudad de Mendoza han sido evaluadas en relación a la disponibilidad hídrica. Dada la condición de aridez que impone la ubicación geográfica y climática del área de análisis, el recurso hídrico destinado al riego resulta limitante e irregular en su distribución. Esta irregularidad propicia condiciones de estrés hídrico que afecta el crecimiento forestal. Para cuantificar el efecto de dicho estrés, se ha realizado el análisis dendrocronológico de ejemplares de Platanus hispanica, especie representativa del bosque en estudio. Bajo la hipótesis de que la variabilidad anual de los anillos de crecimiento es influenciada por la disponibilidad del recurso agua, el objetivo fue construir una red de cronologías que respondan a condiciones contrapuestas de riego y que permitan determinar la incidencia de estrés hídrico durante el último siglo. El desarrollo de cronologías de ancho de anillos de Platanus hispanica datadas a nivel calendario, permitió establecer variaciones temporales en el crecimiento y evaluar su vinculación con el clima, para distintos casos catalogados como sitios urbanos y periurbanos. Los resultados indicaron que para cada sitio se observaron particularidades diferenciales del crecimiento y del manejo cultural. A igual condición de riego, se observó una mayor correlación (r=0,46) en el crecimiento de sectores menos intervenidos por el manejo forestal, con períodos de disminución del crecimiento en concordancia con sequías o restricción del aporte hídrico. Correlaciones múltiples sugirieron una dependencia directa a las precipitaciones de primavera-verano e inversa a las temperaturas del aire de verano.