INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Exiliados en la frontera: La marginación y el temor a la persecución de los chilenos en Mendoza, Argentina
Autor/es:
PAREDES, ALEJANDRO
Libro:
La Patria interrumpida. Latinoamericanos en el exilio. Siglos XVIII-XX
Editorial:
LOM
Referencias:
Lugar: Santiago de Chile; Año: 2010; p. 77 - 104
Resumen:
¿Qué significó estar exiliado en zonas de frontera, donde los organismos de persecución tenían permitido actuar gracias a la complicidad del país receptor? El trabajo responde la pregunta en base a la experiencia de 6.899 exiliados chilenos que fueron asistidos en Mendoza, Argentina, por el Comité Ecuménico de Acción Social (CEAS) entre 1973 y 1992. Esto permitirá describir como, en medio de un contexto adverso, los exiliados chilenos fueron víctimas de múltiples atropellos en tanto el CEAS, realizó su tarea de protección a pesar de las amenazas y los atentados. Las técnicas de recolección de datos aplicadas fueron: entrevistas, utilización de egodocumentos (cartas y descripciones realizadas por los mismos actores) y reconstrucción de “memorias ejemplares” (como en los casos de Manuel y de Rosa) que buscan recuperar la perspectiva del actor. Esto obedece a la adopción del Paradigma Interpretativo como principal punto de partida epistemológico. Aunque no se descartará los aportes de la estadísticas y otras fuentes que priorizan el conocimiento del sujeto conocente. Para responder la pregunta inicial, el trabajo utilizará como eje ordenador de la situación de exilio en Mendoza la obtención del estatus de refugiados de ACNUR, ya que la vida de ambos grupos (los que sí y los que no tuvieron tal estatus) fue muy diferente. Temporalmente, el recorte será el periodo entre 1973 y 1983. Es decir, los años en que los aparatos represivos podían actuar libremente en el lugar de exilio.La situación en que vivieron los chilenos exiliados en Mendoza varió según los cambios del escenario político argentino y también si fueron o no aceptados como refugiados políticos por el Alto Comité para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR). Con respecto a lo primero, entre 1973 y 1976 Argentina experimentó una grave crisis institucional. En 1973 el peronismo había regresado al poder luego de una larga lucha popular, sin embargo comenzó una pelea entre su ala derecha e izquierda. Desde 1975, el grupo paramilitar “Triple A” (Asociación Anticomunista Argentina) realizó atentados contra los sectores progresistas del país. Entre 1973 y 1976 diecinueve mendocinos figuran como desaparecidos, también se denunció que chilenos fueron secuestrados por fuerzas militares de su país que actuaban en Mendoza y una bomba estalló en el CEAS. El panorama se complicó aún más luego del golpe militar argentino de 1976 que permitió, gracias a la Operación Cóndor, la unificación de los sistemas de persecución. Desde ese año hasta 1983 fue el periodo más duro para la comunidad exiliada en Mendoza, principalmente mientras se desarrolló el conflicto chileno-argentino por el Canal del Beagle. En contrapartida, luego de 1983 el regreso de la democracia en Argentina mejoró notablemente la vida de los exiliados. El presidente Raúl Alfonsín vio como una prioridad no quedar rodeado por gobiernos militares, lo que favoreció la actividad política de los exiliados que buscaban la redemocratización de chilena. En cuanto al segundo aspecto, ser refugiado político aceptado por ACNUR implicó una mayor contención económica y social. Este estatus se tramitaba a través del Comité ecuménico de Acción Social (CEAS), que además de evaluar cada caso para decidir si sería aceptado como refugiado político, brindaba asistencia económica, alimenticia, habitacional, legal y sanitaria.