El cuerpo como hilos, los hilos como palabras.El tercer cuerpo de Eva

LILIANA VELA

Experiencias de ensayo. Intersecciones, figuraciones, prácticas

Prometeo

Lugar: Buenos Aires; Año: 2018; p. 153 - 178

El cuerpo como hilos, los hilos como palabras. El tercer cuerpo de EvaLiliana VelaResumenVisiones religiosas, míticas, místicas, filosóficas han proporcionado incontables argumentos respecto del trato que le corresponde a un cuerpo carente de vida; sin embargo el enviste de los intereses políticos los ha jaqueado a lo largo de la historia cuando esos intereses se empinaron por encima de otras consideraciones. El cuerpo muerto, doblegado, se vuelve entonces pieza de un juego que protagoniza sin dominio alguno y, no obstante en ciertos cadáveres desguarnecidos radica un poder que no se deja comprender enteramente y así interpela a la ética, a la política, al derecho y en ocasiones es la literatura la que proporciona el recurso: produce referencias; carga y recarga de significados; ficciona la historia e historiza la ficción; pero ¿por qué apelar a la literatura si existe una base formal relativa a los derechos que asisten a un cadáver? Si por una parte el derecho codifica la realidad a través de normas y procedimientos y la literatura es el ámbito de lo no reglamentado, en los nudos de ciertas tramas históricas han funcionado cooperativamente(Wolfzun,N,2016), allí la sutileza literaria fue capaz de producir, si no normalizaciones para fijar los límites de la intervención sobre un cadáver, cuanto menos, un modo de escritura política mediante el cual dio a conocer las peripecias del cadáver de Eva Perón y dejó levitando en el entrelíneas numerosas interrogaciones relativas a la eticidad de la momificación y de la manipulación política de un cadáver. El cuerpo que ya es un texto escrito cultural y políticamente (Foucault, Bourdieu; Deleuze, Bataille, Nancy, otros) puede ser reescrito por la ficción literaria y, aún más, esa ficción puede abrevar en sucesos históricos alimentando un círculo a la vez viciado y virtuoso. En ocasiones la ficción literaria exhibe lo que aún a la historia política no le es dado narrar.