INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
La cuestión de la filosofía latinoamericana
Autor/es:
RAMAGLIA, DANTE
Libro:
El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y “latino” (1300-2000). Historia, corrientes, temas y filósofos
Editorial:
CREFAL / Siglo XXI Editores
Referencias:
Lugar: México; Año: 2009; p. 377 - 398
Resumen:
El artículo se centra en mostrar la articulación que se presenta entre la filosofía latinoamericana y la historia de las ideas, lo cual constituye uno de los apartados de: El pensamiento filosófico latinoamericano, del caribe y “latino” (1300-2000). Historia, corrientes, temas y filósofos, obra de referencia que ha convocado a distintos especialistas para su realización. La problemática considerada aborda las postulaciones acerca de la filosofía latinoamericana que tienen como referencia principal los modos de interpretar sus vinculaciones con la dimensión histórica. En el desarrollo del trabajo exponen los momentos y debates principales en torno a la configuración del pensamiento latinoamericano y su tratamiento historiográfico. Un primer momento se ubica a partir de la década de 1940, con la influencia que ejercen José Gaos en México y Francisco Romero en Argentina. Uno de los debates que se abre ya a partir de esa primera etapa es el referido a la posibilidad de sustentar la existencia de una filosofía latinoamericana. La línea de interpretación que afirma esta opción se retoma en un conjunto de intelectuales que en las décadas siguientes van a impulsar la historia de las ideas y la filosofía latinoamericana, comprendidas en su mutua interrelación. La consolidación de este movimiento se iría plasmando con la creación de Comités de Historia de las ideas en diversos países de la región, que van a dar por resultado la publicación de los primeros ensayos historiográficos significativos sobre el desarrollo de las ideas en distintas nacionalidades. Una labor precursora en estas iniciativas se encuentra en la obra del mexicano Leopoldo Zea. El giro decisivo experimentado por la filosofía latinoamericana con sus repercusiones en la historiografía de las ideas, va a producirse desde fines de la década del ’60 para provocar una profunda mutación al promediar la década siguiente. Un hito significativo se encuentra en las tesis sustentadas por Augusto Salazar Bondy, que constituyen un antecedente de las posiciones que convergen en la posterior filosofía de la liberación. Desde sus orígenes en Argentina a comienzos de la década de los ’70 el movimiento de la filosofía de la liberación adquiere una extensión a nivel continental en el Congreso de Morelia de 1975. Uno de sus representantes principales es Enrique Dussel, quien establece el diálogo y confrontación crítica con la filosofía occidental para elaborar una reflexión teórica con sentido universal que apunta a sustentar la liberación de los países periféricos. Entre los planteos esbozados a partir de la inflexión producida en esa etapa se destaca la renovación teórica y ampliación metodológica que lleva adelante Arturo Roig. Sus propuestas en el plano metodológico incorporan el “giro lingüistico” a la historia de las ideas, mediante las herramientas que proporcionan la lingüística, la semiótica y la teoría crítica de las ideologías. Asimismo, la condición de posibilidad de un pensamiento propio va a ser ubicada en la autoafirmación de un sujeto (a priori antropológico), cuya trayectoria puede ser reconstruida en una historia atravesada por la conflictividad y la emergencia sociales. Desde la década del ’90 hasta el presente se reseña el desarrollo de la filosofía latinoamericana y la historiografía en distintos centros e investigadores del subcontinente. Teniendo en cuenta los aportes anteriores, pero sin dejar de reflejar polémicas y reajustes al interior de este campo de estudios, se han venido realizando una serie de avances. La tarea histórica se profundiza en trabajos dedicados a las ideas de cada nacionalidad y, en parte, en panoramas abarcadores de la región en su conjunto. Una extensión significativa se ha producido en relación a los sujetos incluidos desde nuevos enfoques, tal como se examina en la perspectiva ofrecida por la filosofía intercultural para el caso latinoamericano. La vigencia del pensamiento crítico se ha confrontado con los desafíos que presenta el discurso posmoderno y el contexto en que se desenvuelve la actual globalización. Las tendencias sociales y políticas seguidas en estos últimos años han dado lugar a una reflexión sobre las alternativas para viabilizar la integración latinoamericana y las rectificaciones posibles de la democracia, con una particular atención a la incidencia de los movimientos sociales. Del recorrido efectuado en relación a este movimiento filosófico e historiográfico se desprende que en los debates teóricos que se presentan en su desarrollo se han ido clarificando la naturaleza y el sentido de lo que se entiende por pensamiento latinoamericano. Entre las notas distintivas del mismo se destaca su tendencia a la contextualización, lo cual no excluye la posibilidad de enunciar criterios de validez universal, así como el sentido humanista de sus principales expositores, que no reflejan meramente una perspectiva abstracta, en cuanto representa una aspiración colectiva de sujetos sociales y políticos que tienden al reconocimiento de su dignidad. De la radical conciencia de historicidad que es constitutiva de la filosofía latinoamericana se concluye que, además del impulso crítico que recibe de la historia de las ideas, se manifieste también como un proyecto abierto a una permanente actualización.