Ignacio Ellacuría: acerca de la filosofía, la realidad histórica, el bien común y los derechos humanos

ADRIANA MARIA ARPINI

Diversidad e Integración en Nuestra América Vol III

Biblos

Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2017; p. 355 - 371

Señalamos tres momentos en el pensamiento filosófico de Ignacio Ellacuría (Vizcaya, España, 1930 ? El Salvador, 1989) la primera etapa, anterior a la influencia directa de Zubiri, en la que centra su atención sobre Santo Tomás, como hombre de su siglo, y en José Ortega y Gasset, como hombre del siglo XX. En la segunda etapa, como discípulo de Zubiri, escribe su tesis doctoral La principialidad de la esencia en Xavier Zubiri (1965). Sienta las bases de la superación del individualismo y del positivismo: lo físico no se opone a lo metafísico, sino que es lo metafísico por excelencia. Físico no es sinónimo de empírico o positivo, sino que es lo real, susceptible de una doble consideración, positiva y metafísica. En esa realidad es donde el ser humano, por ser esencialmente abierto a las cosas, en muchas circunstancias puede interponer un esbozo de posibilidades. Ahí radica la importancia de la praxis histórica, cuya base peculiarmente metafísica se encuentra en el sentido dinámico de la realidad, la percepción y comprensión racional de la inteligencia sentiente. La tercera etapa es de elaboración personal. Está marcada por la filosofía práctica: la filosofía política y universitaria, el ensayo Filosofía ¿para qué? (1976), el análisis de la realidad centroamericana, los cursos sobre la filosofía de la realidad histórica que dieron lugar a su principal obra, inconclusa, Filosofía de la realidad histórica (1990), y la praxis de liberación a partir del concepto de civilización de la pobreza. Centramos la atención en los escritos de la última etapa para reconstruir su concepción acerca del sentido de la filosofía, la realidad histórica, el bien común y los derechos humanos.