INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
El movimiento estudiantil mendocino entre los años 1971-1973
Autor/es:
COBOS, AYELEN; CROMBAS, ENRIQUE; DELGADO, JAVIER Y SCODELLER, GABRIELA
Libro:
El movimiento estudiantil argentino. Historias con presente
Editorial:
Ediciones Cooperativas - Carrera de Sociología - UBA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007; p. 203 - 227
Resumen:
En el presente trabajo abordamos el desarrollo del movimiento estudiantil mendocino entre los años 1971 y 1973, a través de sus formas de lucha y organización. Partimos de la hipótesis que esta fracción será la que más tempranamente exprese en Mendoza, una oposición frontal a la política de la dictadura: primero en su lucha contra el “limitacionismo” en el ’71; que tendrá como corolario las distintas acciones contra los planes “continuistas” del G.A.N. en el ‘73. Esto nos permite afirmar que el movimiento estudiantil adquirió, en determinado espacio/tiempo, el carácter de vanguardia táctica hasta 1972, cuando unificó en las calles su lucha con el movimiento obrero en el marco del Mendozazo. Observamos a lo largo del trabajo como los distintos pronunciamientos públicos de los estudiantes movilizados no solo buscaban el apoyo coyuntural de la clase trabajadora, sino que también propiciaban las condicio­nes objetivas de alianza de la clase obrera con el estudiantado, al entender la centralidad de ésta como la fuerza principal del cambio social. Finalmente, nos aproximarnos parcialmente a los debates en torno a las formas organizativas del movimiento estudiantil, entre quienes sostenían la vigencia de los Centros de Estudiantes y Federaciones, enfrentados a quienes postulaban los Cuerpos de Delegados. Si bien en Mendoza la experiencia de estos últimos no alcanzó la magnitud de otros lugares, sí estuvo presente como polémica al interior del movimiento estudiantil, a partir de un diagnóstico bastante extendido que refería a la crisis de sus formas organizativas. Este debate estuvo fuertemente articulado con la necesidad de construir una Universidad que ya no se pensaba aislada del proceso revolucionario en curso, y de lo que el movimiento estudiantil debía aportar a este último a fin de avanzar en la confrontación con la política de la dictadura.