INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Diálogo socrático y enseñanza de la filosofía
Autor/es:
SCIVOLETTO, GONZALO
Libro:
Filosofía y educación en Nuestra América
Editorial:
Qellqasca
Referencias:
Año: 2011; p. 283 - 290
Resumen:
Entre las miles de referencias a Sócrates que podríamos encontrar en la historia de la filosofía, hay una que justifica plenamente el sentido de este breve trabajo. Reza así: “En la figura de Sócrates están enlazados de un modo directo, originario, el filosofar y la acción docente. Sócrates es lo mismo un maestro que un filósofo… Niños, adolescentes, adultos y ancianos rodean a Sócrates. Vive entre hombres. Enseña. El enseñar, el comunicarse, el influir entre los hombres, es en este caso una cosa completamente originaria, algo esencialmente socrático. Entre la figura socrática y la forma del diálogo existe en este sentido una relación interna necesaria” (Groethuysen, 1951: 18). En consonancia con esto, en la presente ponencia queremos destacar la relevancia del método dialógico socrático para el ejercicio de la filosofía. Esto tiene particular importancia además para las cuestiones relativas a la enseñanza de nuestra disciplina, dado que, como se ha repetido incansablemente en la didáctica, “enseñar filosofía es enseñar a filosofar”. Ahora bien, esta expresión de origen kantiano no siempre es comprendida en su justo significado. En primer lugar, la frase no significa optar por un filosofar desligado de las tradiciones del pensamiento, sus perspectivas y vocabulario técnico. En el fondo, desde nuestro punto de vista, no se puede enseñar a filosofar sin enseñar filosofías, aunque el aprendizaje de las filosofías deba ser al mismo tiempo una práctica de las mismas. En segundo lugar, porque la práctica de la filosofía sólo tiene sentido desde la cosa misma que se está pensando. Enseñar filosofía practicando filosofía, esto es, dialogar con (y en este sentido las corrientes filosóficas del pasado son siempre contemporáneas) sobre un problema determinado es el modo más idóneo para desplegar todo el potencial tanto del alumno como de la filosofía misma. Ahora bien, por nuestra parte, quisiéramos mostrar aquí un intento contemporáneo por recuperar críticamente el método socrático como método de pensamiento genuinamente filosófico y, de allí, como forma de enseñanza. Para ello tomaremos como hilo conductor la interpretación que realiza Dietrich Böhler, representante de la Ética del Discurso, y las consecuencias a las que conduce, especialmente para la ética, el socrático “principio del logos”, tal como aparece en el Critón. En segundo lugar, quisiéramos señalar las principales consecuencias educativas del método socrático en sus diferentes aspectos. Para ello, nos guiaremos fundamentalmente por algunos trabajos de Horst Gronke (discípulo de Böhler), quien es en la actualidad uno de los principales representantes en el estudio y la aplicación de este método tanto en el ámbito de la docencia como en el de la bioética, la gestión de empresas o asociaciones, etc . Con ello, esperamos aportar, aunque más no sea en una mínima porción, a la construcción colectiva de herramientas más idóneas y significativas para la enseñanza de la filosofía.