INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Exilio, militancia y sociedad de consumo en las cartas de exiliados chilenos en Mendoza (Argentina) y en los países centrales.
Autor/es:
PAREDES, ALEJANDRO
Revista:
Ixquic Revista Hispánica Internacional de Análisis Literario y Cultural
Editorial:
Universidad de Otago
Referencias:
Lugar: Dunedin, Nueva Zelanda; Año: 2007
Resumen:
(Rev. con referato internacional) El Golpe Militar chileno de 1973 provocó que Mendoza recibiera a más de 100.000 exiliados. Pero en 1976 otro golpe militar sacudió a la Argentina, los chilenos también comenzaron a ser perseguidos en Mendoza y debieron realizar un nuevo exilio. Este artículo se centra en el análisis de cartas de este grupo de chilenos que estuvo exiliado en un país periférico y políticamente inestable como lo era Argentina y en países centrales con el fin de indagar las percepciones sobre su exilio en ambos momentos. Las cartas y la documentación de los refugiados políticos chilenos en Mendoza pertenecen al archivo del Comité Ecuménico de Acción Social (CEAS). Este Comité asistió a 6.899 exiliados chilenos entre 1973 y 1989.  El trabajo se detiene en la narración de los autores de las cartas, pero pensando en su producción no como fruto de una creatividad literaria especial, sino como voces emergentes de un grupo social. En cuanto a las cartas es interesante realizar dos aclaraciones. En primer lugar, debido a la naturaleza del archivo, el epistolario es fuertemente concéntrico en torno al CEAS. En segundo lugar, se encuentran dos grandes objetivos en la redacción de las cartas. Durante el periodo que estuvieron en Mendoza, las cartas principalmente pedían asistencia. Ya en otros países las cartas o bien ofrecían ayuda o escribían para agradecer la asistencia recibida. Además muchas de las cartas son soliloquios que en ocasiones actuaban como descargas emocionales. La hipótesis de trabajo es que “En las cartas aparece una tensión entre los exiliados y los inmigrantes. Distinguiéndose ambos grupos según la actitud hacia una potencial integración al país de destino”. Lo novedoso de esto es que no se distinguen a exiliados y migrantes por su origen sino en base a sus proyectos personales en el país de destino. La trayectoria de los autores de las cartas había sido la misma. De Chile habían escapado hacia Mendoza, donde sufrieron la pobreza y la persecución. Desde allí reemigraron hacia lugares más seguros, donde el mercado laboral estaba creciendo. Las opciones de querer integrarse a la sociedad de acogida o de mantener cierta identidad chilena que les permitiese retornar a su país eran igualmente válidas y éticamente irreprochables. En las cartas de los que optaron por integrarse, la actitud de los que continuaron con acciones de militancia no es mencionada ni como problema ni como contradicción. Simplemente no aparece. Para los militantes en cambio, la actitud de los primeros era asumida como una abdicación de valores. Este grupo les representa su propio temor a ser subsumidos por la sociedad de acogida. La superación a esta situación eran pequeñas muestras de solidaridad concretas hacia el CEAS, hacia una familia exiliada en Mendoza o estudiar para prepararse para el regreso a Chile. De este modo podía convivir sin sentir que traicionaban a sus principios ético-políticos. En el artículo aparecen dos tensiones principales que estructuran al resto. La primera tiene que ver con la aguda diferencia entre la percepción del exilio en Mendoza y en los países centrales. En contrapartida a Mendoza, el exilio en los países centrales es percibido unido a posibilidades de inserción y de ascenso social. La segunda tensión emerge de la percepción sobre lo que es ser un buen exiliado. Para algunos un buen exiliado es aquel que agradece al país de acogida trabajando responsablemente. Para otros, el buen exiliado es el militante. Desde esta última visión se presentaba un dilema moral de difícil resolución. ¿Integrarse a la sociedad de acogida es traicionar a Chile? ¿Es ser absorbido por el capitalismo? El debate deja traslucir el pensamiento purista y maniqueo que subyace debajo de estos planteos.