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Las familias están constituidas por un conjunto de individuos, por lo que cada problema, aún con similares manifestaciones requiere diferentes repuestas. Esto aplicado a la producción del hábitat cuestiona seriamente el éxito de aquellos proyectos típicos para personas indefinidas, de soluciones prefijadas o repetitivas. Este trabajo reconoce los beneficios de las técnicas participativas de diseño para la producción social del hábitat; y analiza los resultados de la incorporación y apropiación comunitaria de conceptos de sustentabilidad energética y ambiental en la selección de las alternativas de diseño. Su aporte es añadir el diseño participativo de los espacios urbanos conexos y sus respectivas redes, en estos talleres tradicionalmente orientados sólo al diseño participativo de la vivienda. Se observa que es posible para la comunidad acordar un diseño de los espacios urbanos, mejorado energética y ambientalmente, con sobrecosto cero; que satisfaga sus expectativas respecto de las funciones de los mismos y garantice el funcionamiento bioclimático de las viviendas. Además, plantea otros temas derivados de la implementación de las técnicas participativas, como el diseño de herramientas adecuadas para la concientización comunitaria sobre los problemas ambientales y energéticos de las infraestructuras urbanas, y la concertación entre las soluciones bioclimáticas y las expectativas de la comunidad. diferentes repuestas. Esto aplicado a la producción del hábitat cuestiona seriamente el éxito de aquellos proyectos típicos para personas indefinidas, de soluciones prefijadas o repetitivas. Este trabajo reconoce los beneficios de las técnicas participativas de diseño para la producción social del hábitat; y analiza los resultados de la incorporación y apropiación comunitaria de conceptos de sustentabilidad energética y ambiental en la selección de las alternativas de diseño. Su aporte es añadir el diseño participativo de los espacios urbanos conexos y sus respectivas redes, en estos talleres tradicionalmente orientados sólo al diseño participativo de la vivienda. Se observa que es posible para la comunidad acordar un diseño de los espacios urbanos, mejorado energética y ambientalmente, con sobrecosto cero; que satisfaga sus expectativas respecto de las funciones de los mismos y garantice el funcionamiento bioclimático de las viviendas. Además, plantea otros temas derivados de la implementación de las técnicas participativas, como el diseño de herramientas adecuadas para la concientización comunitaria sobre los problemas ambientales y energéticos de las infraestructuras urbanas, y la concertación entre las soluciones bioclimáticas y las expectativas de la comunidad.