IMBECU   20882
INSTITUTO DE MEDICINA Y BIOLOGIA EXPERIMENTAL DE CUYO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Trypanosoma cruzi en armadillos (Zaedyus pichiy y Chaetophractus villosus) de Mendoza: prevalencia y carga parasitaria
Autor/es:
SAAVEDRA, M.A.; RÍOS, T.A.; MORALES, M.E.; CAMPO VERDE ARBOCCO, F.; CATTAN, P.E.; MUÑOZ-SAN MARTÍN, C.; ACTIS, E.A.; SUPERINA, M.
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; XIX Simposio Internacional sobre Enfermedades Desatendidas; 2019
Institución organizadora:
Fundación Mundo Sano
Resumen:
 El ciclo de transmisión silvestre del hemoparásito Trypanosoma cruzi ha existido previo al establecimiento de las civilizaciones americanas e incluye a más de 180 especies de mamíferos reservorios. Unos de los más ancestrales son los armadillos, incluyendo el peludo (Chaetophractus villosus) y el piche (Zaedyus pichiy), ambos endémicos del sur del continente sudamericano y frecuentemente utilizados por los pobladores como fuente de proteínas. La presencia de T. cruzi ha sido confirmada en algunas especies de armadillos de distintos países. No obstante, en Argentina no se tiene una clara visión al respecto y se desconocen las cargas parasitarias que podrían tener. El objetivo de este estudio fue evaluar la infección y parasitemia de T. cruzi en armadillos de la provincia de Mendoza. El trabajo de campo se llevó a cabo en los departamentos de Lavalle, Malargüe y San Carlos. Se realizaron muestreos en primavera, verano y otoño durante los años 2014, 2015 y 2016. Los armadillos se capturaron a mano y se les extrajo sangre de la vena coccígea. A las muestras, conservadas con guanidina/EDTA, se les extrajo el ADN usando un protocolo de Fenol:Cloroformo:Isoamílico. La detección y cuantificación de T. cruzi se realizó a través de la amplificación con qPCR, utilizando los oligonucleótidos satelitales Cruzi 1 y Cruzi 2. Se capturaron 264 armadillos, de los cuales el 76% (N=201) resultaron positivos para T. cruzi. Los departamentos de Lavalle (17/20, ?=0,85) y Malargüe (170/216, ?=0,79) mostraron las frecuencias de positivos más altas, seguidos de San Carlos (14/28, ?=0,50), con diferencias significativas entre departamentos (Chi2 = 12,18; p <0,0023). No se detectó diferencia significativa en la prevalencia de infección entre Z. pichiy (196/257, ?=0,76) y C. villosus (5/7, ?=0,71). La carga parasitaria fluctuó entre <0,1 y 55,8 par-eq/mL (mediana = 0,1 par-eq/mL), detectándose una mayor mediana en Lavalle que en los otros departamentos (Kruskal-Wallis, p<0,0001). La alta prevalencia de infección de T. cruzi en todas las áreas de muestreo demuestra la relevancia de los armadillos como reservorios del parásito capaces de mantener una infección constante en ambientes silvestres. A pesar de que la carga parasitaria se mantiene en bajos niveles, la detección de individuos con parasitemias mayores podría reflejar la interacción con la respuesta inmune del huésped. Este estudio alerta sobre el riesgo zoonótico al que se exponen cazadores furtivos al desangrar y eviscerar los animales. Refuerza la importancia de realizar estudios ecoepidemiológicos para entender mejor la interacción entre los armadillos, los vectores y el ambiente.