IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Génesis de la avalancha de rocas Cortaderas, Andes Centrales
Autor/es:
MOREIRAS S.M.
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geologico Argentino; 2011
Institución organizadora:
AGA
Resumen:
La avalancha de rocas Cortaderas se identificó en el valle del río Mendoza a los 32º 44´ LS y 69º 33´ LO. Corresponde a un depósito relíctico que debió originarse en la quebrada Cortaderas (margen izquierda del valle) en los niveles de rocas volcánicas del Grupo Choiyoi, donde pueden observarse diferentes superficies de arranques en la ladera sur de la misma. La presencia de diferentes cicatrices evidencia múltiples episodios que han movilizado grandes volúmenes de material detrítico, cuyos sectores distales han sido removilizados y erosionados (Fig. 1).                 Particularmente, la avalancha de rocas Cortaderas presentó un comportamiento en forma de flujo en su parte distal. Se estima que el material detrítico recorrió entre 6 a 8 km hasta alcanzar el valle del Río Mendoza. El depósito caótico observado en este valle muestra una composición litológica homogénea, lo cual desestima un posible origen glacial. Se trata de bloques de grandes dimensiones y clastos de riolitas permotriásicas del Grupo Choiyoi. Algunos bloques alcanzan hasta 6 m de diámetro. El volumen del material removilizado no puede ser estimado debido a su carácter relíctico; sin embargo, estima un volumen mínimo del orden de 106 m3.                 Este inmenso volumen de material obstruyó el valle del río Mendoza formando un paleo-lago aguas arriba. El ensanchamiento del valle a la latitud del Río Blanco II (La Jaula) evidencia el antiguo represamiento, aunque, no se han encontrado depósitos lacustres.                 La cronología de la avalancha de rocas Cortaderas se estableció en forma relativa ya que su depósito está relacionado estratigráficamente con el drift pleistoceno de Punta de Vacas (Espizúa, 1993). Este evento erosionó los afloramientos de la terraza glaciofluvial Punta de Vacas y su depósito sobreyace el drift más antiguo en el sector de estudio (Fig. 2). La Glaciación Punta de Vacas es correlacionada con el MIS 6 ya que cubre niveles de cenizas volcánicas fechados respectivamente 260±150 Ka y 134±32 Ka por trazas de fisión (Espizúa y Bigazzi, 1998). Por ende este colapso resulta ser Pleistoceno superior - Holoceno en edad.                 Su génesis es vinculada a un disparador sísmico de gran magnitud (M>6) en función de los registros de colapsos históricos y actuales en el sector. El paraje Cortaderas es conocido por sus frecuentes caídas de rocas asociadas a un afloramiento rocoso de un pórfido riolítico con alto grado de diaclasamiento. El registro de estos colapsos se remonta al año 1790 cuando la caída de un bloque mató al baquiano Santiago Molina (Miers, 1826). Brandt (1828) describió también la caída de un rodado el 27 de febrero de 1828. Mientras otras caídas son reportadas en los sismos de 1819 y 1861. Este último fue el sismo de mayor magnitud registrado en la cuidad de Mendoza (Ms=7.4) con características superficiales (hipocentro a 30 km).