IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Inestabilidad de las laderas en los Andes Centrales ante el cambio climático.
Autor/es:
VERGARA I.; MOREIRAS S.M.; ARANEO D.
Reunión:
Jornada; Jornadas Técnicas en Investigaciones en Recurso Hídrico; 2016
Institución organizadora:
UTN
Resumen:
El comportamiento de los deslizamientos en los Andes Centrales está siendo modificado por el cambio climático global. Los cambios responden principalmente a la relación frecuencia ?intensidad, la distribución espacial distribución, la migración altitudinal y las causas cada vez más complejas. El cambio climático está impulsando la inestabilidad de las laderas de los Andes Centrales. De acuerdo con nuestros resultados, la actividad de deslizamientos se ha incrementado sostenidamente en las últimas décadas desde 1950 donde arrancan nuestros primeros registros históricos. La principal explicación de esta explosión se asocia con lluvias de verano intensificadas y el calentamiento global debido a la variabilidad climática. Las precipitaciones registradas en las estaciones localizadas a lo largo del valle del río Mendoza resultaron por encima de los valores medios históricos causando flujo de detritos catastróficos en 2013 y 2015-2016. Además, el aumento de la temperatura global se refleja en la escalada de la isoterma de cero en las laderas de los Andes con un severo impacto en la degradación de hielo en los glaciares de escombros. Este fenómeno podría extrapolarse a una degradación del permafrost en general en zonas de montaña. Los deslizamientos en los Andes Centrales muestran una nueva relación de frecuencia-intensidad, una distribución espacial más densa, una migración altitudinal progresiva como consecuencia de la degradación del permafrost y temperaturas más altas en las laderas. Además, las interacciones de más variables están asociadas a causas complejas de deslizamientos en el valle del río Mendoza como generación y colapso de represamiento naturales debido a fuertes tormentas de verano.La extraordinaria contribución de sedimentos movilizados por los deslizamientos o flujos de detritos ha causado alarma en infraestructura y presas situado aguas abajo. En los estudios actuales volúmenes, espesores y velocidades de eventos catastróficos registrados en el último verano austral (diciembre de 2015, febrero de 2016) fueron estimados.