IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Insectos y dinosaurios: un caso de estudio sobre su relación ecológica
Autor/es:
PIRRONE, CECILIA; GONZÁLEZ RIGA, BERNARDO J.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; III Congreso Latinoamericano de Paleontologia de Vertebrados; 2008
Institución organizadora:
Neuquén
Resumen:
El estudio de trazas fósiles en huesos ha tenido un desarrollo incipiente en los últimos años y  recientemente este tipo particular de bioturbación ha sido estudiado en el Mesozoico (Paik, 2000; Roberts et al 2007). En Argentina, Genise et al (2004) comunicaron asociaciones de trazas fósiles en huesos del Cretácico Tardío de Patagonia. Fuera de dicho trabajo, no se han realizado en Argentina estudios detallados de perforaciones en huesos de tetrápodos. Este trabajo presenta estudios preliminares de trazas fósiles de invertebrados en huesos de dinosaurios saurópodos preservados en estratos del Grupo Neuquén. En el sitio Arroyo Seco (sur de la provincia de Mendoza, Argentina) afloran niveles del Subgrupo Río Neuquén (Turoniano tardío–Coniaciano tardío) donde los huesos perforados se preservan en sedimentitas de origen fluvial depositadas en facies de crevasse splay (González Riga y Astini, 2007). La observación macroscópica de estas trazas nos permite distinguir dos morfotipos diferentes de perforaciones: surcos superficiales y cámaras. Los surcos son poco profundos (1-3 mm) y se extienden sobre la superficie de huesos largos. No presentan sinuosidad y sus paredes laterales son paralelas. Sus extremos exhiben terminaciones redondeadas y su rango de longitud varía de 5 a 30 mm. Estos surcos son comparables, parcialmente, a los descriptos por Britt et al (2008) para la Formación Morrison (Jurásico Tardío, Estados Unidos) y se interpretan como trazas de alimentación de insectos osteófagos. Las cámaras presentan forma oval y bordes muy regulares, con un rango de profundidad de 3 a 5 mm y una longitud de 5 a 10 mm. Son comparables a las cámaras pupales descriptas por Roberts et al (2007). Están agrupadas en conjuntos de número variable y se interpretan, preliminarmente, como cámaras de anidación de insectos osteófagos. Estas asociaciones fósiles proveen evidencia de relaciones tróficas entre invertebrados y dinosaurios saurópodos titanosaurios. Desde el punto de vista paleoambiental y paleoecológico, la abundancia de grandes vertebrados herbívoros, asociados a bioturbación de insectos indica, para esta región de la Cuenca Neuquina durante el Cretácico Tardío, una intensa actividad biológica en planicies fluviales sujetas a inundaciones periódicas (González Riga, 2003). El presente estudio brinda evidencias sobre la participación de insectos durante los procesos de descomposición de grandes saurópodos, en el marco de complejas relaciones tróficas inter-específicas. Esto plantea interrogantes sobre determinados caracteres adaptativos o comportamentales.