IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Vínculos entre hidrología y vegetación en ecosistemas acoplados a la napa freática en zonas áridas del NE de Mendoza
Autor/es:
VILLAGRA, P.E.; JOBBÁGY, E.; NOSETTO, M.; CONTRERAS LÓPEZ, S.; GIORDANO, C.; MINER, A.; TORRES, E.
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Jornada; . Jornadas de Investigación en Recursos Hídricos.; 2007
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Cuyo – Instituto Nacional del Agua.
Resumen:
El ciclo hidrológico en zonas áridas interactúa con procesos biológicos a diferentes escalas espaciales y temporales, presentando distintos niveles de complejidad Las precipitaciones controlan directamente la humedad superficial del suelo, y junto con otras condiciones ambientales (radiación, temperatura), edáficas (textura del suelo) y bióticas (cobertura vegetal, calidad de hojarasca, microorganismos, etc) determinan la disponibilidad de agua y nutrientes para la vegetación. La vegetación, a su vez, contribuye a regular la partición de la precipitación hacia vapor que retorna a la atmósfera y agua líquida que ingresa a la red hidrológica. Si bien la precipitación es la principal fuente de agua en la mayoría de los ecosistemas, existen en algunas situaciones subsidios hídricos externos sustentados por la precipitación no aprovechada en áreas distantes y transportada por ríos o acuíferos. Estos aportes pueden ser aprovechados por los ecosistemas cuando alimentan napas freáticas a las que pueden acceder las raíces de las plantas. Los bosques de algarrobo del Monte argentino se han vinculado a estas fuentes, si bien existen pocas pruebas directas de su actividad freatófita. Este proyecto explora cómo el acoplamiento a la napa freática en desiertos del centro de Argentina influye sobre el balance de agua, ciclo del nitrógeno y productividad en un contexto de cambios en el clima y uso de recursos hídricos para irrigación aguas arriba Los objetivos de este proyecto son 1) determinar la actividad freatófita del ecosistema y especies individuales, 2) evaluar el intercambio hídrico ecosistema-napa (recarga y descarga hidrológica) y 3) determinar fuentes regionales de recarga. El área de estudio elegida es el Noreste de Mendoza, la zona más árida de la provincia. Esta zona presenta grandes amplitudes térmicas diarias y anuales. La temperatura máxima absoluta es de 48ºC en verano y hasta –10ºC en invierno. Las precipitaciones son muy variables, entre 50 y 200 mm anuales, con 150 mm de promedio. El modelado del área es predominantemente eólico, presentando médanos de hasta 20 m de alto orientados de E-O en el centro de la región y en el sentido NO-SE en el este. La vegetación del área es un mosaico de arbustales psamófilos en los médanos, con grandes áreas desnudas, y bosques de Prosopis flexuosa en los valles intermédanos. En esta zona, se explota agua subterránea en todos los puestos y caseríos a través de pozos balde o pozos indios, ramblones y jagüeles para bebida de la población y el abrevado del ganado. Los pozos balde tienen una profundidad de 7 a 15 m, indicando la profundidad del nivel freático del agua subterránea. objetivos de este proyecto son 1) determinar la actividad freatófita del ecosistema y especies individuales, 2) evaluar el intercambio hídrico ecosistema-napa (recarga y descarga hidrológica) y 3) determinar fuentes regionales de recarga. El área de estudio elegida es el Noreste de Mendoza, la zona más árida de la provincia. Esta zona presenta grandes amplitudes térmicas diarias y anuales. La temperatura máxima absoluta es de 48ºC en verano y hasta –10ºC en invierno. Las precipitaciones son muy variables, entre 50 y 200 mm anuales, con 150 mm de promedio. El modelado del área es predominantemente eólico, presentando médanos de hasta 20 m de alto orientados de E-O en el centro de la región y en el sentido NO-SE en el este. La vegetación del área es un mosaico de arbustales psamófilos en los médanos, con grandes áreas desnudas, y bosques de Prosopis flexuosa en los valles intermédanos. En esta zona, se explota agua subterránea en todos los puestos y caseríos a través de pozos balde o pozos indios, ramblones y jagüeles para bebida de la población y el abrevado del ganado. Los pozos balde tienen una profundidad de 7 a 15 m, indicando la profundidad del nivel freático del agua subterránea. área de estudio elegida es el Noreste de Mendoza, la zona más árida de la provincia. Esta zona presenta grandes amplitudes térmicas diarias y anuales. La temperatura máxima absoluta es de 48ºC en verano y hasta –10ºC en invierno. Las precipitaciones son muy variables, entre 50 y 200 mm anuales, con 150 mm de promedio. El modelado del área es predominantemente eólico, presentando médanos de hasta 20 m de alto orientados de E-O en el centro de la región y en el sentido NO-SE en el este. La vegetación del área es un mosaico de arbustales psamófilos en los médanos, con grandes áreas desnudas, y bosques de Prosopis flexuosa en los valles intermédanos. En esta zona, se explota agua subterránea en todos los puestos y caseríos a través de pozos balde o pozos indios, ramblones y jagüeles para bebida de la población y el abrevado del ganado. Los pozos balde tienen una profundidad de 7 a 15 m, indicando la profundidad del nivel freático del agua subterránea.