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La detección de cambios a largo plazo en variables hidrológicas es necesario si queremos determinar el efecto del cambio climático en nuestros sistemas hídricos y es fundamental para la planificación de los recursos hídricos. Estos cambios en el régimen hidrológico pueden ser visualizados como cambios graduales o abruptos ya sean provocados por acción antropogénica o por la variación natural del sistema (Kundzewicz y Robson, 2000). Existen claras evidencias de alteración del ciclo del agua en las cuencas andinas durante el siglo XX. La pérdida de volumen y retroceso progresivo de las masas de hielo glaciar en las zonas de aporte de estos ríos ha sido notable en el último siglo, siendo este fenómeno intensificado durante las últimas décadas (Aniya, 1992; Aniya et al., 1997; Skvarca et al, 1995). La Cordillera de los Andes está experimentando importantes cambios ambientales ligados al ciclo hidrológico cordillerano debido a este factor tanto en los Andes Patagónicos como Centrales (Leiva et al., 1989; Aniya et al., 1997; Luckman y Villalba, 2001; Masiokas et al., 2006). Los ríos cuyanos, entre los 30º y 40° S, se caracterizan por la gran variabilidad interanual debido a su fuerte dependencia de las fluctuaciones a escala global, que se correlacionan significativamente con ENOS (El Niño Oscilación del Sur) (Compagnucci y Vargas, 1998; Compagnucci et al., 2000; Compagnucci y Araneo, 2007). El objetivo del presente trabajo es detectar los posibles cambios en el régimen de escurrimiento a partir del análisis de tendencias de largo plazo y cambios abruptos en cuencas con nacientes en la cordillera de Los Andes de las provincias de San Juan y Mendoza. Se tomaron 23 sitios de aforo entre los 31º y 35º LS. Se realizó un análisis exploratorio de datos (Figueras y Gargallo, 2003) y luego se aplicaron test estadísticos paramétricos y no paramétricos (Remington y Schork, 1974; Kundzewicz y Robson, 2000; Yue et al, 2002; Hamed y Rao, 1998; Pettitt, 1979; Buishand, 1982; Worsley 1979) para la detección de tendencias y saltos abruptos en 19 variables hidrológicas: caudal anual, máximo, mínimo, mensual y estacional, con un nivel de significancia del 95%. El análisis exploratorio de datos nos permite detectar errores, valores atípicos, verificación de supuestos básicos en las series. En el presente estudio el 84% de las series de variables analizadas no cumple con uno o dos de los supuestos básicos. El 16% cumple con los tres supuestos. La falta de normalidad, independencia y aleatoriedad en las series genera cierta incertidumbre para el análisis de los resultados. Los valores fuera de rango encontrados son coincidentes con años de ocurrencia de eventos ENSO. El 76% de las variables analizadas no presentó tendencias significativas. El 20,8% presentó tendencias positivas y el 3,2% negativas. Las tendencias positivas están principalmente relacionadas con las variables vinculadas a los períodos de estiaje o caudales mínimos. Mientras que las tendencias negativas encontradas se vinculan con los períodos de aguas máximas. El análisis de las tendencias de caudal anual representa el comportamiento hidrológico promedio, mientras que las variables de caudal estacional, máximo, y mínimo nos podrían estar indicando una fluctuación del régimen hidrológico. Los test aplicados para la detección de cambios abruptos en las series de caudales consisten en la detección de un solo punto de cambio, sin embargo no significa que no existan otros puntos de quiebre. El 48,7% de los saltos detectados resultaron ser positivos mientras que el 11,7% saltos negativos. Los saltos detectados fueron en su mayoría durante la década del 70 y resultaron ser positivos. En la década del 50 los saltos detectados fueron negativos. Se encontraron saltos positivos y negativos en la década del 80 y 90. Mientras que en la última década analizada los saltos fueron positivos. Como se menciona anteriormente la presencia de no homogeneidad en las series de caudales pueden ser debidos a múltiples factores, sean estos de origen natural o antrópicos. En el caso se las cuencas estudiadas las mismas poseen una baja intervención humana, por lo que es más probable que los cambios detectados provengan de cambios en el clima