Caracterización morfológica y cálculo de la estabilidad de los paleo-represamientos de la Quebrada Benjamín Matienzo, nacientes del río Las Cuevas, Mendoza, Argentina.

16. LAURO C., MOREIRAS S.M., MASTRANTONIO L., VICH A.

Encuentro; Primer Encuentro de Investigadores en Formación en Recursos Hídricos (IFRH).; 2012

Los represamientos naturales se originan por la obstrucción de los cauces como resultado de la llegada repentina de material detrítico proveniente de la glaciares o por procesos de remoción en masa. Las poblaciones ubicadas aguas abajo se encuentran amenazadas por el posible colapso abrupto de estos diques naturales que se traducen en violentos flujos de detritos o aluviones que ocasionan numerosos daños. Sin embargo el origen, las características morfológicas y la estabilidad de estos lagos a menudo son ignorados. En la quebrada Benjamín Matienzo (32º 14’ 20” LS-70º 02’ 10” LO) se estudiaron seis paleo-represamientos denominados de norte a sur: Goyete, Negro, Casa de Piedra, Lagunita, Susanita y Matienzo. Se determinó el origen de los mismos, sus parámetros morfométricos, el índice de bloqueo (BI) y los caudales de los aluviones que se hubiesen generado en caso de colapso drástico. Los resultados obtenidos permiten concluir que cinco de los paleo-represamientos se originaron por colapsos de laderas. El paleo-represamiento más grande denominado Susanita alcanzó una superficie de 326140 m2 y un volumen 2,83 hm3. Mientras que el más chico, el Negro, cubrió 55226 m2 con un volumen de 0,16 hm3. La ausencia de sedimentos lacustres finos y de paleo-costas sugieren que los represamientos tuvieron una corta vida. De acuerdo al índice de bloqueo BI (Ermini y Casagli, 2003) todos los paleo-represamientos fueron inestables a excepción de Goyete. Los caudales máximos estimados para un posible colapso drástico oscilan entre 22 y 151 m3/s, siendo este rango notablemente mayor que el caudal medio anual del río Las Cuevas (6,6 m3/s), pero similar al caudal instantáneo de este río para 2 años de recurrencia (157 m3/s). Esta información base permite estimar la susceptibilidad de la región y prevenir el impacto de futuros eventos lo cual es fundamental para un adecuado ordenamiento territorial estableciendo a las comunidades vulnerables en áreas estables.