IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El Grupo Choiyoi y el marco tectónico del Gondwana durante los tiempos permo-triásicos.
Autor/es:
MARTÍNEZ, A., GIAMBIAGI, L., CODEGA, D. Y AGUILERA, D
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentin; 2011
Resumen:
El magmatismo gondwánico del Grupo Choiyoi se desarrolló sobre una porción de los “Australides” de Vaughan et al. (2005) que se relaciona con un sector coincidente con una anisotropía cortical asociada a varias colisiones de terrenos alóctonos acrecionados durante el Paleozoico Inferior contra el proto-margen del Gondwana (Ramos et al., 1986; Kay et al,. 1989). El Grupo Choiyoi es una extensa sucesión volcánica de potente espesor que está formado por coladas basálticas y brechas andesíticas en su parte inferior y por lavas e ignimbritas silíceas en su parte media y superior y que remata con coladas basálticas que establecen el carácter bimodal para este magmatismo. Los productos de este magmatismo gondwánico afloran en la Cordillera Frontal de las provincias de La Rioja, San Juan y Mendoza. Menores afloramientos se extienden en el bloque de San Rafael en Mendoza, Cordillera del Viento en Neuquén, bloque de Chadileuvú en La Pampa y pequeños asomos en las provincias de San Luis y Buenos Aires. En la Figura 1 se ilustró el alcance oriental del evento Permo-Triásico del Grupo Choiyoi, que se extiende desde el batolito de Colangüil en San Juan, pasando por la sierra de Varela y Arizona en San Luis, para finalizar en López Lecube en Buenos Aires. Este desarrollo areal del magmatismo permitió inferir un volumen mucho mayor alojado en el subsuelo (Llambías et al., 2002; Martinez et al., 2009). Tradicionalmente, el modelo propuesto para explicar el régimen extensional desarrollado durante la formación del Grupo Choiyoi (Pérmico Medio al Triásico Tardío) vinculó el colapso del orógeno Sanrafaélico generado por la acción de la fase orogénica San Rafael (FOSR) durante el Pérmico Inferior (Zeil, 1981; Kay et al., 1989; Llambías et al., 1993; Llambías y Sato 1995) con el cese de la subducción, asociado a un período cuasiestático del desplazamiento del Gondwana (Rapalini y Vilas, 1991). Mpodozis y Kay (1992) explicaron la generación de la FOSR mediante un modelo colisional de un elemento alóctono llamado Terreno X responsable del engrosamiento cortical, resultando ser por ende, el magmatismo del Grupo Choiyoi del tipo post-colisional. Martinez et al. (2006) proponen un cambio en el ángulo de subducción como mecanismo responsable de la extensión reinante durante la formación del Grupo Choiyoi. Giambiagi y Martínez (2008) discuten que la deformación extensional acaecida desde el Pérmico Medio al Triásico Tardío se habría caracterizado por el desarrollo de un gran volumen de magmatismo bajo condiciones de extensión oblicua en una corteza adelgazada. Kleiman y Japas (2009) proponen una transtensión. El evento extensional habría continuado hasta el Triásico Medio con la apertura de los depocentros Cacheuta y Las Peñas de la cuenca Cuyana (Uliana et al., 1989). Este desarrollo periférico de sistemas de rift habría estado vinculado a la reactivación de debilidades corticales a lo largo de los bordes de los terrenos previamente amalgamados. El adelgazamiento cortical estaría asociado a un cambio en el ambiente tectónico ligado a los procesos geodinámicos ocurridos a comienzos de la fragmentación del supercontinente Pangea, responsables de la extensión que abarcó desde el Pérmico Medio hasta el Jurásico Temprano (Uliana et al., 1989; Charrier et al., 2007; Kleiman y Japas, 2009). La dirección de extensión NNE obtenida para el período Pérmico Medio al Triásico Tardío en los afloramientos del Grupo Choiyoi (Japas y Kleiman 2004; Giambiagi y Martinez, 2008), junto a direcciones de extensión NNE a NE para el período Triásico Temprano obtenidas en la cuenca Cuyana y las obtenidas para el Triásico Tardío a Jurásico Temprano en la cuenca Neuquina (Giambiagi y Martinez, 2009; Giambiagi et al., 2010), sugieren que este modelo podría ser más plausible por vincular un reordenamiento de esfuerzos a escala global como principal mecanismo extensional. Dentro de este contexto Veevers (2005) propone que el movimiento de corrientes convectivas de la astenósfera inducidas por el calor atrapado por el supercontinente Gondwana, podrían haber generado en los bordes convergentes de placas, un hundimiento de la losa oceánica haciendo retroceder la trinchera y generando así un ambiente de trasarco, tal como habría ocurrido para el margen occidental del Gondwana.