INCITAP   20787
INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA Y AMBIENTALES DE LA PAMPA
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Harpia harpeja
Autor/es:
DIEGO SOLER-TOBAR; SANTIAGO ZULUAGA; MARÍA ÁNGELA ECHEVERRY-GALVIS
Libro:
Libro rojo de aves de Colombia, Volumen II: Ecosistemas abiertos, secos, insulares, acuáticos continentales, marinos, tierras altas del Darién y Sierra Nevada de Santa Marta y bosques húmedos del centro, norte y oriente del país
Editorial:
Pontificia Universidad Javeriana e Instituto Alexander von Humboldt
Referencias:
Lugar: Bogotá D.C.; Año: 2018; p. 430 - 431
Resumen:
ECOLOGÍASe distribuye desde el sur de México hasta el nor- te de Bolivia (Bierregaard 1994; Ferguson-Lees y Christie 2001; Vargas et ál. 2006). En el país se registra al norte del Chocó, alto y medio valle del Magdalena, la Amazonía, Vaupés y porciones del Meta, desde el nivel del mar y hasta 800m con un registro a 1600m (Hilty y Brown 2001). En los últimos años se ha registrado en el valle del Magdalena, en Puerto Olaya, Santander; y en Puerto Boyacá, Boyacá (S. Córdoba-Córdoba com. pers.). En los ríos Putumayo y San Miguel en territorio Cofán, se han observado al vuelo, así como restos de individuos cazados en la zona. En el PNN Ensenada de Utría se observó un individuo sobrevolando (R. Schiele com. pers.).Habita selvas húmedas de tierras bajas, bien conservadas y de gran extensión (BirdLife Inter- national 2009i), aunque se tienen registros visua- les y de nidos en bosques cercanos a pequeños asentamientos humanos (Muñiz-López 2008) y zonas con extracción maderera no mecanizada (Álvarez-Cordero 1996; Piana 2007; BirdLife In- ternational 2009i). Es una especie rara a lo largo de toda su distribución (Bierregaard 1994) y se encuentra en solitario o en parejas (Brown y Ama- don 1989; J. Zuluaga-Bonilla com. pers.).Los nidos, ubicados en árboles emergen- tes de gran tamaño, son plataformas sencillas de ramas (Muñiz-López 2007). Aunque se han registrado nidos con dos huevos solo un pollue- lo sobrevive (Rettig 1978; Muñiz-López 2007, 2008). En Venezuela se han encontrado nidos ac- tivos entre octubre y diciembre (Álvarez-Cordero 1996) y en Ecuador en mayo, noviembre y abril (Muñiz-López 2007, 2008).Su dieta incluye perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni) y de tres (Bradypus varie- gatus), monos aulladores (Alouatta seniculus y A. palliata), pacas o lapas (Agouti spp.), perro de monte (Potos avus), aves grandes (pavas, pauji- les y guacamayas) y ocasionalmente reptiles como iguanas (Eason 1989; Touchton et ál. 2002; Mu- ñiz-López 2008; Schulenberg 2009; GRIN 2010d).POBLACIÓNPara Venezuela se estima una densidad poblacio- nal de una pareja en 63-79 km2, mientras que en la región del Darién panameño se estima una pareja en 13-63km2 (Álvarez-Cordero 1996). Ferguson- Lees y Christie (2001) calculan una población entre 10000 y 100000 individuos, mientras que BirdLife International (2009i) estima un máximo de 50000 individuos a lo largo de su área de dis- tribución. Ambos estimativos han sido realizados con base en poblaciones grandes de la Amazonía en su totalidad, sin estimativos únicos para el país.AMENAZASLa principal amenaza que afronta esta especie es la pérdida de hábitat (Thiollay 1986; Bierregaard 1994; Álvarez-Cordero 1996; Guevara y Campos 2003; Giudice 2007; BirdLife International 2009i; E. Constantino com. pers.). Sin embargo, la cace- ría, ya sea para comercio ilegal o por posible com- petencia entre humanos (Bierregaard 1994; GRIN 2009; Trinca-Trapé et ál. 2008; Iñigo et ál. 1987; Álvarez-Cordero 1996), o por mitos regionales (Vargas et ál. 2006) puede representar una ame- naza importante. Se han registrado casos de arpías que son cazadas por supuesto robo de animales de corral (p. ej., en Unguía, en el Chocó, en 2004;430E. Constantino com. pers.). Los juveniles son cazados más fre- cuentemente pues muestran cu- riosidad por las actividades de la gente (Vargas et ál. 2006). Así mismo, la extracción selectiva de maderas valiosas constituye una amenaza para la reproducción de la arpía, pues se seleccionan árbo- les de gran porte que son vitales para la construcción de sus nidos (Vargas et ál. 2006).HISTORIA DE VIDALas arpías son monógamas a lo largo de su vida (Muñiz com. pers.), alcanzan la primera re- producción entre los 4 y los 5años de edad (Bierregaard 1994) y tienen un polluelo cada dos o tres años (Vargas et ál. 2006). Especímenes en cautiverio alcan- zan una longevidad de hasta 50 años (Carillo et ál. 2003).MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADASGuevara y Campos (2003) in- cluyeron esta especie como prio- ritaria para la ecorregión entre Panamá-Colombia y Ecuador. Se encuentra como objeto de conservación en el plan de ma- nejo del PNN Utría (UAESPNN 2007a). Una pareja rehabilitadase liberó en el Parque Paramillo en Córdoba y cuatro años más tarde fue observada nuevamente (Márquez et ál. 2005). Para 2005, en el Centro de Rehabili- tación de Aves Rapaces de Ville- ta, se tenía un plan de reproduc- ción en cautiverio con nes de reintroducción (Márquez et ál. 2005). Dos de las águilas que se encontraban allí han sido trasla- dadas al Bioparque La Reserva (Cota, Cundinamarca), donde apoyan programas de educa- ción y conservación de la espe- cie (D. Soler obs. pers.). A nivel global esta especie se encuentra dentro del Apéndice I de CITES (UNEP-WCMC 2015).