¿Alimentación saludable o normalización del comportamiento alimentario?: Otra mirada acerca de las recomendaciones dietéticas.

DEL CAMPO MARÍA LIS; ANDREATTA MARIA MARTA; ORLANDO MARIA FLORENCIA; NAVARRO ALICIA

Córdoba, Argentina

Congreso; XXXIII REUNION DEL CAPÍTULO ARGENTINO DE LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA DE NUTRICIÓN (CASLAN); 2010

CASLAN

Introducción: La promoción de una alimentación saludable se basa en pautas prescriptivas relacionadas con qué, cuánto, cuándo y cómo comer, tendientes a regular el cuidado del cuerpo y la salud  que se focalizan en conductas individuales. Objetivo: Analizar el rol que ocupa la “normalización del comportamiento alimentario” entre un grupo de adultos cordobeses al momento de elegir y consumir los alimentos. Metodología: Esta investigación cualitativa constituye un recorte de un estudio previo sobre Representaciones Sociales de la Alimentación, la Salud y el Cáncer. Se entrevistaron en profundidad 11 sujetos de ambos sexos, estratos sociales diversos y con diagnóstico de cáncer en vejiga. Para el análisis se utilizó el Método Comparativo Constante sustentado en la Teoría Fundamentada. Resultados: La alimentación es entendida como una práctica cotidiana, naturalizada, a la cual no se le otorga importancia. Pero que, por otra parte, aparece sujeta a reglas que se han venido promoviendo principalmente desde el saber médico y los medios masivos de comunicación. La clasificación de alimentos y preparaciones culinarias en “buenos y malos”,  la noción de “alimentación balanceada y equilibrada”,  los regímenes de bajas calorías –prescriptos o no por profesionales-, la percepción del alimento como medicamento, constituyen indicios que permiten pensar en un proceso de normalización de la alimentación que no toma en cuenta la complejidad del fenómeno alimentario, que tiende a homogeneizar los patrones alimentarios en pos de una “alimentación saludable” y la prevención de enfermedades. Conclusiones: La promoción de estilos de vida saludables constituye recomendaciones que participan del disciplinamiento de las prácticas relacionadas con el cuidado de la salud, y a su vez, de mecanismos para ejercer un cierto orden y control social. Esto obliga a repensar el rol de los Profesionales de la Salud en tanto que los convierte en participantes de la reproducción de este modelo. Y por otra parte, a involucrarse seriamente en la implementación de intervenciones educativas y preventivas que no solo estén dirigidas a modificar conductas individuales sino que impliquen una mirada más amplia respecto de las políticas sanitarias en curso, insertas en el modelo socioeconómico y político vigente.