El «hombre-signo» como «conciencia encarnada». El abordaje de la semiótica pragmática al problema mente-cuerpo.

MARCELO CÓRDOBA

Río cuarto

Simposio; Hombres/Animales/Máquinas. I Coloquio Nacional de Filosofía; 2009

<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Garamond; panose-1:2 2 4 4 3 3 1 1 8 3; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:647 0 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> En esta comunicación señalaré que el enfoque con que la teoría social y la filosofía contemporáneas han abordado al cuerpo, ha estado en gran medida condicionado por presupuestos ontológicos dualistas. El sesgo que adoptó cierta lectura de Foucault habría favorecido la consideración del cuerpo como una construcción social, netamente moldeada por los efectos performativos de los discursos de poder. Me propongo argumentar que la concepción triádica del signo en la semiótica de C. S. Peirce permite pensar, no sólo la apertura a la realidad extradiscursiva, sino también la continuidad entre mente y materia a través del concepto de “hábito”. Mediante el recurso a la noción merleau-pontiana de “cuerpo propio”, procuraré demostrar que la idea de “hombre-signo” habilita un desarrollo semiótico de la descripción fenomenológica de la subjetividad como conciencia encarnada.