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La presente ponencia intenta, en principio, exponer algunos aspectos operativos en la obra acerca de esta construcción discursiva de los fundamentos de la victoria griega y de la derrota persa, tomando como eje central de análisis la oposición Jerjes-Darío y la presentación y reflexión que éste último lleva adelante acerca de la empresa militar de su hijo. Darío remarca los defectos de la empresa, la falta de condiciones de estratega de Jerjes, la desatención a las normas y al éthos que define a los persas. A su vez, este exposición de Darío debe ser enmarcada en un movimiento interno de la obra que, a mi modo de ver, es muy claro: la primera parte en la que se resaltan los recursos del imperio persa en hombres y oro, la condición de jefe casi divino de Jerjes, y la susceptibilidad a oír malos consejos y a ser engañado. Un segundo momento marcado por la Sombra de Darío, su análisis de la condición personal de Jerjes, de los efectos que la derrota ha dejado en Persia y el preanuncio de la nueva derrota en Platea. Finalmente una tercera parte que contrasta con la primera, ahora Persia carece de hombres, de oro y sólo aspira al regreso de Jerjes y el canto final del Coro y el Rey que juega con el rescate y la depreciación de la figura real.