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La aparición del signo coincidió con la emergencia del hombre como sujeto-a-otro. En tanto la vinculación del hombre con el hombre fue una realidad, el signo acaeció como su nexo fundamental y constitutivo. Sin embargo, debieron pasar algunos años varios cientos- para que esta relación fuese puesta en cuestión. Es así que en el Siglo XX encontramos los pensadores que mayor influencia han tenido para los estudios contemporáneos del arte y la cultura, de la política y la filosofía. A riesgo de simplificar el horizonte, tres son los grandes pensadores que han marcado fuertemente el pensamiento contemporáneo. Quizás lo hayan hecho a sabiendas de su impacto en el mundo, o quizás simplemente se preguntaban respecto de una realidad que los superaba, absorbía y escapaba: el signo. Esta realidad fue discutida primeramente por Ferdinand de Saussure a comienzos del 1900, y materializada en su Curso de Lingüística General. La tradición que interpelaba al signo, vio su segundo momento de disrupción con la publicación de los Collected Papers de Charles Sanders Peirce. Finalmente Jacques Lacan, que venido del psicoanálisis erigido por Freud, dio una respuesta mucho más que interesante frente a la realidad del signo. En el presente trabajo nos introduciremos en cada uno de estos tres filósofos partiendo de un análisis de sus similitudes para abordar hacia el final, sus distancias, sus rupturas y disidencias. Comenzaremos exponiendo el pensamiento de Saussure y su particular concepción del signo como una realidad binaria comprendida por la interrelación entre el significado y el significante. Continuaremos introduciendo la concepción triádica del signo que nos propone Peirce, como una unidad entre representamen, interpretante y objeto. A renglón seguido, expondremos el giro que introduce Lacan en la relación entre el significado y el significante.