Aristóteles: fenómenos sensibles y realismo en Metafísica IV.5-6

MIGUEL ALEJANDRO CASTAÑEDA

Santa Fe

Simposio; XXI Simposio Nacional de Estudios Clásicos; 2010

Secretaría de Extensión del Departamento de Filosofía, Universidad Nacional del Litoral, Facultad de Filosofía y Humanidades, Escuela de Filosofía

Hay un acuerdo mínimo sobre el hecho de que la filosofía aristotélica defiende algún tipo de realismo. Pero aún se disputa acerca de los sentidos precisos en que se puede afirmar que el estagirita sostiene tal posición. Al respecto, Irwin y Nussbaum proponen dos interpretaciones influyentes dentro de los actuales estudios aristotélicos: de acuerdo con Irwin (1988), Aristóteles preconiza un realismo metafísico, según el cual los hechos del mundo, y ni nuestras creencias, determinan la verdad del conocimiento[1]; mientras que para Nussbaum (1995) el filósofo propone una perspectiva internalista de su realismo, según la cual la verdad se busca en el interior de nuestras creencias y usos lingüísticos[2]. Aunque estos enfoques abren un espacio lógico en la interpretación, que estimula nuestras maneras de leer la epistemología del estagirita, incurrirían en ciertos excesos por la consideración unilateral de ciertos aspectos de la posición epistemológica aristotélica: en el caso de Irwin, se afirma que Aristóteles no advierte la existencia de interpretación de los hechos -una ingenuidad que no sería tal en Aristóteles[3]-; mientras que en el caso de Nussbaum, se da una especie de pérdida de la relevancia ontológico-gnoseológica del mundo -un problema al que Nussbaum no parece dedicarle especial atención[4]-. Frente a estas dos versiones del realismo aristotélico y como una manera de evitar los defectos recién mencionados, intentaré mostrar en el presente escrito, a partir del espacio textual de Metafísica IV.5-6, que Aristóteles es un realista moderado: puntualmente, que el estagirita mantiene de una manera consistente afirmaciones relativas a ciertas propiedades de la naturaleza -como, por ejemplo, que hay cosas en el mundo (cualidades, como, por ejemplo, lo dulce en sí) que no varían (Metafísica IV.5, 1010b20-1011a2)- y aserciones que conciernen al acceso cognitivo metodológico -como, por ejemplo, que los fenómenos verdaderos son aquellos que determinados sujetos cognoscentes consideran verdaderos (Metafísica IV.5, 1010b3-14; IV.6, 1011a2 y sigs.)-. [1] Irwin, 1988: 3-7. [2] Nussbaum, 1995: 315-341, especialmente 335. [3] Para una posición crítica de Irwin ver, por ejemplo, Bäck, 1999; Bolton, 1999: 89-92. [4] Para una objeción a la tesis de Nussbuam ver, por ejemplo, Bolton, 1999: 89-92.