INVESTIGADORES
CORDOBA Lorena Isabel
capítulos de libros
Título:
Cañonazos en ‘La Banda’: la Guerra del Chaco y los indígenas del Pilcomayo medio
Autor/es:
LORENA CÓRDOBA; JOSÉ BRAUNSTEIN
Libro:
Mala guerra. Los indígenas en la guerra del Chaco (1932-35)
Editorial:
Colibris - Museo del Barro - Servilibro
Referencias:
Lugar: París - Asunción; Año: 2008; p. 125 - 147
Resumen:
La cuestión de hasta qué punto la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (1932-35) fue un factor decisivo en la historia de los pueblos chaqueños no puede ser respondida en función de interpretaciones mecánicas y formulaciones generales, sino que inevitablemente exige atender la diversidad de las circunstancias particulares en la experiencia bélica de cada uno de estos pueblos. En una perspectiva regional, la guerra que se desarrollaba del otro lado del río no tuvo el mismo impacto en la vida social de los indígenas del Pilcomayo medio. Por diversas cuestiones algunos grupos se vieron más involucrados que otros. Desde la perspectiva indígena las razones de la guerra –así como las consecuentes afiliaciones, las disputas fronterizas o las mismas políticas nacionales– no quedaban la mayoría de las veces demasiado claras, y no era infrecuente que ni siquiera se comprendiese quiénes eran los bandos que se enfrentaban –así, muchos indígenas recuerdan que hubo una guerra contra los paraguayos y los bolivianos. Si hemos de generalizar, podríamos decir que el conflicto fue percibido de un modo más o menos abstracto y lejano, lo cual no implica en modo alguno que la guerra haya carecido de impacto. Los wichí-guisnay abandonaron, para siempre, buena parte de sus antiguas tierras; los pilagá reforzaron la construcción de su propia identidad étnica como custodios de las fronteras nacionales frente a la incursión de los extranjeros nivaclé y maká; y para los toba-pilagá, finalmente, veremos que sería tan excesivo pensar que la guerra fue un evento carente de significación como lo sería también, en el otro extremo, interpretarla como un hito crucial en la estructuración de la memoria colectiva. La  experiencia indígena del conflicto es incomprensible si se la divorcia de un contexto histórico concreto caracterizado por las epidemias, la inserción progresiva en la economía regional, el impacto de la evangelización anglicana y la relación ambigua con los otros pueblos chaqueños, los colonos criollos y los militares argentinos. Este punto de vista integral permite matizar y comprender en su justa medida el peso relativo de una guerra vislumbrada desde la margen opuesta del río como un tiempo de peligro en el cual no se tomó abiertamente partido por ninguno de los bandos en pugna, sino más bien atendiendo a los propios intereses. Para los pueblos del Pilcomayo medio, en definitiva, la vivencia de la guerra fue una experiencia lateral, probablemente fragmentaria y seguramente interesada; y, a la vez, interpretada –como otros acontecimientos del mundo externo– en la clave de los valores culturales propios.