CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El objetivo es poner en práctica los resultados encontrados en diversos trabajos de investigación sobre impacto ambiental de la alimentación humana. El primer capítulo presenta la problemática ambiental. Los resultados indican que una dieta basada en alimentos de origen vegetal tiene mucho menor impacto ambiental que una basada en alimentos de origen animal. En particular, el uso de energía es entre 3 y 7 veces menor para alimentos de origen vegetal; y en emisiones de gases de efecto invernadero la diferencia es aún mayor, entre 5 y 10 veces menos emisiones para menús de origen vegetal que los de origen animal. Las conclusiones científicas muestran que el cambio de dieta poniendo énfasis en alimentos de origen vegetal tiene el potencial más alto para mitigar las contribuciones al cambio climático de la producción y consumo de alimentos. Entonces, para reducir impactos hay que poner en práctica el cambio de foco de atención, desde los alimentos de origen animal hacia los de origen vegetal. Cambio de foco de atención no significa un giro definitivo hacia el vegetarianismo, sino la inclusión de alternativas viables para que la mayor parte de la dieta no se base en la producción animal. La dirección es hacia una dieta basada en una amplia variedad de vegetales y frutas, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos, hierbas y condimentos. Se propone una cocina consciente, que considere los conocimientos que ya se tienen de la relación muy fuerte entre la alimentación y la salud humana. Las organizaciones internacionales de la salud pública estudian los avances del conocimiento en alimentación y salud, y en forma periódica publican recomendaciones alimentarias. Por ejemplo, dicen: evitar las grasas hidrogenadas Trans y las manufacturas que las contienen; aumentar la cantidad de vegetales y frutas -es convincente que estos brindan protección contra enfermedades crónicas graves-; usar cereales de grano integral; disminuir el consumo de azúcar y de grasas saturadas. Las recomendaciones llegan al público a través de diversos canales y hasta aparecen en diarios de circulación masiva. Sin embargo, no se observa una reacción proporcionada a la seriedad de la información y a la gravedad de los hechos que afectan a la salud y al medio ambiente. Un consumidor con sensibilidad ambiental no puede desconocer el impacto ambiental que produce su elección alimentaria, y el poder enorme que tiene a mano cuando elige qué comer. Este libro es, entonces, un esfuerzo más para que todos tengamos la posibilidad de elegir con libertad cómo preservar nuestro medio ambiente interior (de la piel hacia dentro), y al mismo tiempo nuestro preciado planeta.