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Las hormigas cumplen un papel fundamental en el funcionamiento y mantenimiento de los ecosistemas. Pueden acumular materia orgánica alrededor de sus nidos estimulando la actividad de la comunidad microbiana y consecuentemente acelerando la descomposición de la materia orgánica.. Sin embargo, poco se sabe sobre este efecto de las hormigas en la descomposición en ambientes áridos, y menos aún en especies con nidos poco aparentes. El objetivo de este estudio fue determinar si las hormigas con nidos poco aparentes favorecen el proceso de descomposición de la materia orgánica en un ambiente semiárido como la estepa patagónica. Para ello, se seleccionaron 10 nidos activos de Pogonomyrmex carbonarius, Pheidole spininodis y Dorymyrmex tener y se colocaron 3 bolsas de descomposición en cada uno conteniendo un sustrato estandar, al igual que en sitios a 5-6 m de distancia de cada nido (control). Las bolsas se colectaron luego de 3, 6 y 12 meses de incubación (una por vez), y se estimó el porcentaje de biomasa remanente (libre de cenizas). La tasa de descomposición fue similar entre los nidos y controles, sin embargo, se registraron diferencias entre las especies de hormiga. En los suelos de los sitios de D. tener registraron la menor descomposición (56% de biomasa remanente luego de un año), los de Ph. spininodis, la mayor descomposición (41%), mientras que los sitios de P. carbonarius registraron valores intermedios (44%), sugiriendo que nidifican en suelos con diferentes características edáficas. La falta de efecto de los nidos de estas especies sobre la descomposición de la materia orgánica podría deberse a que se trata de nidos pequeños, cuya actividad es muy variable a lo largo del año, y a la importancia de la fotodegradación en ambientes semi-áridos .