INIBIOMA   20415
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN BIODIVERSIDAD Y MEDIOAMBIENTE
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Atributos vegetales como etnoinidicadores de cambios ambientales entre crianceros rurales de la meseta de centro-norte de Patagonia
Autor/es:
ROSTAGNO, M; CASTILLO, LUCÍA; LADIO A H
Lugar:
Cinco Saltos
Reunión:
Congreso; V Congreso Frente Universitario para la Agricultura Familiar; 2019
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Comahue
Resumen:
Los ecosistemas áridos y semiáridos del mundo dedicados al uso pastoril, como la meseta central patagónica, son de gran interés debido a su fragilidad socioambiental acentuanda ante el cambio ambiental global. La desertificación ha sido reconocida como uno de los graves problemas que afecta las tierras secas. Definida como ?la degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas?. La desertificación es de carácter multidimensional y se sitúa en un marco de complejidad. Entre los determinantes estructurales de la desertificación se reconocen las fallas en los modelos de desarrollo territorial, la distribución desigual de la tierra, las relaciones desiguales de poder, limitaciones de las instituciones y políticas públicas y la desigualdad en el acceso a tecnologías, que se traducen en profundos desequilibrios territoriales y falta de equidad social.Diversos autores resaltan la necesidad del monitoreo permanente de los sistemas áridos a través de indicadores. Aquellos de aplicación local y obtenidos a través de métodos participativos o a través de procesos investigativos ?de abajo hacia arriba? son los más recomendables. Integrar el conocimiento académico (CA) junto con el conocimiento local (CL) que poseen las sociedades tradicionales que viven en contacto directo con el ambiente es fundamental. Esta perspectiva ha sido resaltada a la hora de entender la diversidad de valores de la naturaleza y sus contribuciones a la buena calidad de vida de las personas, como ha sido reconocida desde organismos multilaterales (FAO, IPBES) y otros autores.En Patagonia, en los últimos 50 años se ha ido documentando cómo se han acentuado los procesos de degradación de la estepa patagónica, sin embargo se le ha prestado poca atención a los conocimientos de sus pobladores locales referidos a tales procesos. La colonización del territorio con poca o nula planificación, la adopción de la actividad ovina como único modelo de desarrollo económico, la sobrecarga ganadera de los campos actuando en combinación con factores climáticos -como, fuertes nevadas y sequías prolongadas- mas el efecto de cenizas volcánicas, favorecieron el deterioro de los pastizales con graves consecuencias para las poblaciones crianceras que basan su subsistencia en el uso de los recursos naturales de la estepa patagónica.En particular, estas comunidades han estado sujetas a numerosos cambios socioculturales en los últimos 150 años que ha llevado a una situación de vulnerabilidad y falta de estructura que exacerbaron los impactos de la sequía y aceleraron la desertificación. Es sabido que las comunidades campesinas se vinculan con su entorno natural a través de la ganadería, en particular con las plantas (uso forrajero, medicinal, veterinario, etc.) y animales (alimento, medicina, materiales, etc.) de una manera particular en la que los conocimientos locales (CL) implicados son claves para la reproducción del modo de vida y modo de producción local. Como parte del CL, diversos autores han destacado aquellos conocimientos referidos a las señales. Por ejemplo, en comunidades campesinas andinas, son numerosos los trabajos que describen un sistema de previsiones climáticas basada en ?señales? como fito-indicadores (diversas características vegetales), aunque también zoo-indicadores (aves, insectos, peces, etc.), indicadores astro-atmosféricos (nubes, vientos, astros) y seres mitológicos señaleros, quienes especifican señales referidas a: el tiempo de siembra, granizada, helada, viento, sequía, lluvia, inundación, y calidad de la producción, entre otros. Se trata de una tecnología bi-direccional en cuanto a que sus técnicas y recursos son empíricos a la vez que simbólicos. De acuerdo a esto, los crianceros rurales poseen un detallado catálogo de CL no sólo referido a la estructura de la vegetación, sino también de los procesos, como las variaciones morfológicas o las variaciones en las fases vegetativas y reproductivas de las plantas en relación a los cambios climáticos.La identificación de etnoindicadores, cuya utilidad es estrictamente local y no puede ser extrapolada en términos cuantitativos, es una herramienta de manejo adaptativo, que permite una evaluación constante e integral de procesos complejos como la desertificación.Este aspecto del CL ha sido muy poco evaluado hasta el momento en poblaciones crianceras.OBJETIVO: El presente trabajo tuvo como objetivo indagar sobre los atributos de las plantas usados por los pobladores como etnoindicadores de cambio ambiental de corto y largo plazo.