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El conocimiento sobre la salud de la fauna silvestre es aún escaso en Sudamérica, en especial para especiesque no toleran el cautiverio, y/o que no integran cadenas productivas. En este perfil se encuadra el PájaroCarpintero Gigante, Campephilus magellanicus, (Orden Piciformes), habitante de los bosques australes deArgentina y Chile. Describimos el caso de una hembra adulta que se recepcionó con baja condicióncorporal, disminuida en sus capacidades locomotoras y sensoriales, y que no sobrevivió a la atenciónprimaria. El animal provenía de las periferias de Bariloche (Pcia. de Río Negro, Argentina), de un área bajola jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi. El objetivo de este trabajo fue conocer la causa de lamuerte, dentro del protocolo de necropsia que se realiza en el PNNH. La necropsia inmediata detectó masasanaranjadas de consistencia firme en al menos tres zonas articulares: debajo de la fascia del músculoperoneo largo, adyacente a la articulación distal del tibiotarso; sobre las vértebras y músculos sacros, debajode la glándula uropígea; y en la musculatura que rodea la articulación coxo-femoral derecha. Al corte, lamasa ubicada en el músculo peroneo presentó una cavidad central con abundantes vermes cilíndricos decolor blanco (5-6cm de longitud). Otro hallazgo fue la glándula uropígea aumentada de tamaño, de colornaranja y con vermes que perforaban la piel. A partir de la primera necropsia se trabajó en tres líneas deinvestigación: (1) análisis histopatológico de los tejidos afectados (se realizó un nuevo estudiomacroscópico poniendo especial énfasis en las zonas de interés), (2) sondeo del sistema digestivo mediantetécnicas de laboratorio en parasitología, y (3) colecta de parásitos para la determinación taxonómica. En elestudio histopatológico se observó miositis crónica con infiltrado mononuclear linfocitario y de macrófagos.Entre los fascículos musculares se encontraron huevos larvados, y en la glándula uropígea se hallarontambién parásitos adultos con huevos. Los huevos midieron 35,7 μm de longitud y 20,60 μm de ancho, enpromedio, de forma elipsoidal y larvados. Se observó inflamación y necrosis muscular como respuestas aldaño mecánico y la reacción inmunológica desencadenada por la presencia de los nematodos. En el sistemadigestivo no se halló material relacionado con lo encontrado en los músculos. El examen de los parásitosreveló que eran nematodos de la Subfamilia: Dicheilonematinae, Orden: Spirurida, Género:Hamatospiculum sp., cuyos adultos tienen como hospedadores definitivos a Strigiformes, Falconiformes,Accipitriformes, Passeriformes, Coraciformes y Piciformes y se localizan en abdomen, tórax y sacos aéreos.En nuestro caso particular no se encontraron nematodos en estos órganos blanco. Es llamativa la ubicaciónde estos nematodos en los músculos locomotores del ave ya que en esta ubicación los huevos no tomancontacto con el exterior, al contrario de lo que sucede cuando se ubican en los pulmones. En este casoalteran la capacidad locomotora, y la calidad de vida del hospedador. También es curiosa la ausencia deeosinófilos en la respuesta inflamatoria frente a la presencia de nematodos. El Carpintero Gigante esmayormente insectívoro, siendo las hembras más amplias en el consumo de artrópodos (ingiriendo variadaspresas superficiales además de las larvas xilófagas) que los machos. El ciclo de vida de estos nematodos, esheteroxeno, requiriendo dos hospedadores: un insecto, que ingiere el huevo y desarrolla sucesivas larvas, yun ave que, al ingerir el insecto, desarrolla el adulto. De este modo, el ejemplar analizado pudo haberseinfectado desde su dieta habitual. El hallazgo de hembras de este parásito, con huevos, indica que el ciclo devida pudo cumplirse exitosamente, infiriéndose que C. magellanicus es un hospedador definitivo adecuadopara este nematodo, pero en este caso con una ubicación que requiere la muerte del hospedador para que elhuevo pueda quedar expuesto al huésped intermediario. Hasta el momento, no se habían encontradoparásitos de este tipo en Campephilus, género poco conocido desde el punto de vista sanitario. En casi dosdécadas de estudio de este carpintero, con individuos identificados mediante anillos, no se detectaron casoscomo el aquí descrito. Sin embargo, la gravedad clínica de éste lleva a reconsiderar las causas posibles de laspérdidas de individuos que se han registrado, las que eran mayormente adjudicadas a depredación, pero quebien podrían explicarse en cuadros patológicos poco conocidos para la especie.