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Los ambientes nativos pueden considerarse reservorios de microorganismos de importancia ecológica y biotecnológica. En el Laboratorio de Microbiología Aplicada y Biotecnología (MABB) del Centro Regional Universitario Bariloche, nuestro grupo de trabajo se ha planteado estudiar los hongos micorrícicos y otros hongos asociados al sistema suelo/planta de ambientes nativos y de producción. La escasa información disponible sobre las comunidades fúngicas de importancia agrícola y forestal en la región, y la posibilidad de utilizar microorganismos autóctonos como estabilizadores del suelo, favorecedores del crecimiento vegetal, o bien como agentes naturales de biocontrol, plantean la necesidad de realizar investigaciones en este sentido. Entre las líneas de investigación planteadas se encuentran las referidas a especies forestales de nuestros bosques nativos y a especies frutícolas. Hemos descripto el tipo de micorrizas presentes en las especies arbóreas dominantes en los bosques Andino-patagónicos, en plantas del sotobosque y en ejemplares cultivados en vivero. También se han descripto las levaduras y hongos dimórficos asociados a frutos, al suelo y a micorrizas. Se están realizando prospecciones de especies microbianas nativas capaces de influir en el desarrollo de los sistemas frutícolas y forestales, tales como los arándanos, otras frutas finas y distintas especies de Nothofagus, que en conjunto son de importancia para la economía regional, especialmente para pequeños productores, siendo por ello una actividad de alto impacto económico y social. La aplicación de microorganismos nativos como biofertilizantes o biocontroladores se vislumbra entonces como una alternativa válida, amigable con el ambiente y acorde con acciones dirigidas a la conservación y recuperación del medioambiente.