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Cuando un haz finito monocromático incide sobre una estructura formada por medios de cualquier tipo, los haces reflejados y transmitidos presentan algunas peculiaridades desde el punto de vista de la óptica geométrica. Estas peculiaridades, llamadas efectos no-geométricos, dependen de los medios involucrados y de las características del haz incidente (forma, ángulo de incidencia, polarización y frecuencia). Newton consideró que en una interfaz la reflexión total no tenía lugar sobre ella sino que el rayo penetraba en el segundo medio (menos denso) y describía una parábola. Este efecto es hoy llamado corrimiento lateral. McGuirk y Carniglia consideraron al haz incidente como una superposición de infinitas ondas planas propagantes que constituían un haz bidimensional, monocromático y linealmente polarizado en un modo propio. Este tratamiento predijo la existencia de un segundo efecto en condiciones de reflexión total: el corrimiento focal longitudinal del haz reflejado. C. K. Carniglia, K. R Brownstein mostraron a partir del modelo de rayo que este corrimiento podia considerarse consecuencia del desplazamiento lateral. El mismo año, a partir de un haz incidente bidimensional con distribución gaussiana de intensidad, I. A. White explicó la existencia de un tercer efecto en condiciones de reflexión parcial: corrimiento angular longitudinal. T. Tamir estudiando los efectos no-especulares presentes en haces gaussianos bidimensionales reflejados en multicapas, encontró otro efecto de segundo orden: el ensanchamiento o reducción del ancho del haz en condiciones de reflexión parcial. En este trabajo mostramos que estos cuatro efectos pueden ser deducidos a partir de un haz limitado más sencillo: la superposición de dos ondas planas que inciden con ángulos levemente diferentes.