INGEOSUR   20376
INSTITUTO GEOLOGICO DEL SUR
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Estructuras de bioerosión en moluscos cuaternarios del área costera de Bahía Camarones, Provincia del Chubut, Patagonia Argentina.
Autor/es:
RICHIANO, S., AGUIRRE, M.L., DAVIES, K., CASTELLANOS, I.FARINATI, E.,
Lugar:
Colonia del Sacramento
Reunión:
Simposio; Simposio Latinoamericano de Icnología; 2015
Resumen:
Durante el Cuaternario las oscilaciones del nivel del mar dejaron a lo largo de la zona costera argentina depósitos marinos ampliamente conocidos por su abundante malacofauna preservada. Estudios previos sobre el material fósil incluyen enfoques taxonómicos, paleoecológicos, paleoambientales y geocronológicos. Sólo recientemente se ha avanzado respecto de la rica icnofauna preservada, principalmente con una perspectiva regional. Las estructuras de bioerosión representan la actividad de distintos organismos modificando (física, química y/o mezcla de ambas maneras) sustratos que poseen un alto grado de cementación, tanto rocas como restos esqueléticos de cualquier otro organismo (vivo o muerto) que se encuentre disponible. Las finalidades de las bioerosiones son variadas, principalmente para habitación (Domichnia), fijación (Fixichnia) y predación (Praedichnia).En el área costera de Bahía Camarones, Provincia del Chubut, se analizaron los depósitos originados durante diferentes episodios altos del nivel del mar desde al menos el Pleistoceno medio-tardío (estadios isotópicos, Marine Isotope Stages, MIS 11-1). En general, se pueden caracterizar como cordones de playa fósiles, subparalelos a la línea de costa actual, ubicados a distintas distancias hacia el interior del continente. Se componen principalmente de gravas y arenas gruesas con estratificación entrecruzada planar de bajo ángulo y artesas. Las conchillas de gasterópodos y bivalvos representan el sustrato duro carbonático más frecuente para bioerodar en estas paleoplayas. Del mismo modo se caracteriza la bioerosión en la zona litoral actual.Sobre un total de 536 conchillas, 231 presentan rasgos de bioerosión (43%). Las trazas fósiles identificadas corresponden a 8 icnotaxones: Oichnus, Iramena, Finichnus, Maeandropolydora, Entobia, Caulostrepsis, Podichnus y Pinaceocladichnus. La icnodiversidad es igual para el Pleistoceno y el Holoceno (con 4 icnogéneros), con similar porcentaje de conchillas bioerodadas en ambas edades (33-34%). Por otro lado, la mayor diversidad de estructuras se observa en el registro moderno (8 icnogéneros) donde el 47 % de las valvas exhiben trazas de bioerosión. Para todo el conjunto, las trazas de anélidos (Maeandropolydora) y de briozoos (Iramena) son predominantes. Maeandropolydora domina desde el Holoceno, Iramena en el Pleistoceno. Los resultados refuerzan hipótesis previas señalando que la intensidad y distribución de las trazas fósiles de bioerosión responderían a parámetros físicos y oceanográficos en Patagonia desde el Pleistoceno, principalmente condiciones regionales del paleoclima: un escenario pleistoceno de menor SST posibilitaría una actividad de briozoos más intensa, resultando en el predominio de estructuras producidas por ellos. Durante el Holoceno, SST más elevadas en promedio generarían mayor abundancia de trazas producidas por otros grupos, en especial anélidos.