INGEOSUR   20376
INSTITUTO GEOLOGICO DEL SUR
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
"Cromita manganesífera y su vinculación con el metamorfismo de la faja máfica-ultramáfica de la Cordillera Frontal de Mendoza"
Autor/es:
GARGIULO, M. FLORENCIA; BJERG, ERNESTO A.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; 19º Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina y Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
En la faja máfica-ultramáfica del Río de Las Tunas, Cordillera Frontal de Mendoza, se estudiaron metaperidotitas con cristales castaño-rojizos correspondientes a minerales del grupo del espinelo Gargiulo et al.2013) y a partir de análisis de química mineral con microsonda electrónica se pudo determinar el desarrollo de zonalidad composicional (Fig. 1) caracterizada por núcleos ricos en Cr con predominancia del componente cromita (FeCr2O4), mientras que hacia el borde se enriquece el contenido de Fe3+ con predominancia del componente magnetita en detrimento del componente cromita. La composición de los cristales analizados, grada de núcleo a borde, desde composiciones de tipo ferricromita a cromomagnetita y magnetitas.s. en el sector más externo. En estos cristales, se observa también clara zonalidad en las distribuciones del MnO y TiO2, el primero de ellos, con valores que fluctúan entre 0,16 y 2,56% en peso, contenido que se encuentra principalmente representado en el componente jacobsita (MnFe2O4). El contenido de TiO2 no supera el 0,70% en peso y se encuentra mayormente como el componente ulvoespinelo. En los núcleos de estos cristales zonales se observa, además del mayor contenido de Cr, una mayor concentración del MnO, TiO2 y MgO, este último distribuido entre los componentes magnesiocromita (MgCr2O4) y magnesioferrita (MgFe2O4). Hacia los bordes, aumenta el componente magnetita a expensas de todos los demás componentes mencionados. De este modo, el mayor contenido de MnO se encuentra vinculado a los sectores de composición ferricromítica. Estos cristales zonales están espacialmente asociados a cristales de clorita con contenidos de Cr2O3 entre 1,13 y 2,31% en peso. Maiza et al. (1984) documentaron la presencia de Cr-clinocloro (5,06% en peso de Cr2O3) en el cuerpo ultramáfico serpentinizado de Mina Salamanca, correspondiente a esta misma faja máfica-ultramáfica. Grieco y Merlini (2012) describen la presencia de cromita con contenido de hasta 6,72% en peso de MnO, en serpentinitas de la ofiolita de Vourinos (Grecia) y la denominan ?mangano-ferricromita?, ya que tales composiciones se encuentran vinculadas a los sectores de composición ferricromita-cromomagnetita en contacto con Cr-clinocloro (1,56-4,60% en peso de Cr2O3). Estos autores interpretan el contenido de MnO como procedente de un fluido que interactuó con la roca para formar ferricromita y Cr-clinocloro a expensas del cristal de cromita original, ya que el contenido de MnO de las cromitas magmáticas relícticas es muy bajo (0,08 a 0,13% en peso). Por otro lado, Kapsiotis et al. (2007) describen minerales del grupo del espinelo correspondientes a rocas ultramáficas del complejo ofiolítico de Pindos (Grecia) y mencionan zonalidad composicional similar a la de los cristales castaño-rojizos de la faja del Río de Las Tunas. Ellos interpretan esta zonalidad como producto del metamorfismo regional e indican la presencia de hasta 1,83% en peso de MnO en los sectores ricos en composiciones de tipo ferricromíticas, señalando que existe una preferencia estructural para el Mn en este tipo de composiciones. Asimismo, Barnes (2000) demuestra que la concentración diferencial de cationes minoritarios como Mn, Ti y Zn, tanto en los bordes como el los núcleos de cristales de espinelo, se debe al proceso de difusión y a las reacciones que se generan con los silicatos que acompañan al espinelo en la roca durante el metamorfismo, sin la necesidad de tener una fuente externa que aporte estos elementos. De este modo, interpreta que el elevado contenido de Mn en cromita es resultado del proceso de difusión que da lugar al reemplazo de los cristales de cromita magmática por composiciones más ricas en el componente magnetita en condiciones de facies esquistos verdes a anfibolita. Este autor afirma también que, por encima de 550ºC, la composición del espinelo/cromita se equilibra con la composición de la olivina relíctica de la roca metaperidotítica; por lo cual, es posible utilizar el par olivina-espinelo como un geotermómetro clásico (Sack y Ghiorso 1991). A partir de los resultados de química mineral de los cristales analizados, se estimaron las condiciones de T a las que se equilibró el par olivina-espinelo en las muestras de la faja del Río de Las Tunas. Para los cristales castaño-rojizos en paragénesis mineral correspondiente a la facies anfibolita, se obtuvieron temperaturas entre 717º y 647ºC. De este modo, podemos resumir que los cristales castaño-rojizos tienen perfiles que evidencian una marcada zonalidad composicional con distribuciones similares a los cristales de cromita de tipo 2 de Perseverance y Windarra (Barnes 2000) con alto grado de avance en el reemplazo del cristal original, perdiéndose los relictos del núcleo cromítico magmático. Asimismo, las condiciones de T obtenidas para estos cristales y las distribuciones de las composiciones de acuerdo con las isotermas de Sack y Ghiorso (1991) indican que los núcleos de estos cristales se equilibraron con la asociación de la roca a T entre 700º y 600ºC, en condiciones de facies anfibolita, mientras que el borde se formó en condiciones de menor grado metamórfico, por debajo de los 550ºC. Dado que la composición del núcleo se equilibró a T>600ºC, la difusión de los elementos en la red cristalina fue lo suficientemente elevada como para favorecer la redistribución de los iones en la estructura cristalina, lo que sumado a una interacción fluido-roca elevada, hizo que no se preservara la composición magmática en los núcleos de los cristales analizados. Por todo ello, el contenido de Mn presente en los cristales analizados permite considerarlos como cromita manganesífera o mangano-ferricromita de acuerdo al término utilizado por Grieco y Merlini (2012). Asimismo, tanto la composición química de los cristales analizados como las distribuciones de los elementos mayoritarios y minoritarios a lo largo de los perfiles composicionales efectuados, sumado a las relaciones texturales y a las asociaciones minerales en las metaperidotitas de este sector de la faja del Río de Las Tunas, permiten concluir que tales variaciones químicas responden al proceso de metamorfismo regional que afectó a las rocas que integran al basamento metamórfico de la Cordillera Frontal (Complejo Guarguaráz).