IBCN   20355
INSTITUTO DE BIOLOGIA CELULAR Y NEUROCIENCIA "PROFESOR EDUARDO DE ROBERTIS"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Patología orgánica y comportamental comórbidas en felinos: Reporte de un caso
Autor/es:
SNITCOFSKY MARINA; MENTZEL RUBÉN EDUARDO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Nacional AVEACA; 2014
Institución organizadora:
AVEACA
Resumen:
Las patologías del comportamiento asociadas a patologías orgánicas fueron ignoradas durante mucho tiempo, propiciando fracasos terapéuticos. Los conocimientos actuales en etología y neurociencias han permitido identificar esos trastornos, y su relación con los principales sistemas de control del organismo (eto-neuro-inmuno-endócrino). A partir de ello es posible arribar a diagnósticos precisos y obtener mejores resultados terapéuticos. El objetivo del presente informe clínico es señalar la importancia de establecer el diagnóstico médico comportamental integral y no solamente el orgánico, para obtener mejores resultados terapéuticos y un mayor bienestar del paciente. Se presenta a consulta un felino, Siamés (chocolate point), hembra ovariectomizada de 8 años, con lamido y rascado excesivo en ventral de abdomen, ingles, axilas, ventral del cuello, flancos y dorso de miembros, con eritema, erosión, excoriaciones y úlceras en dichas áreas. Otros datos anamnésicos incluyen tos seca paroxística esporádica. La evaluación comportamental detectó lamido y rascado excesivo, onicofagia, vocalización excesiva, inhibición comportamental con un 80% del ciclo diario escondida, hiporexia, hipodipsia, sin actividad lúdica ni exploratoria, apatía. Además presentaba eliminación inadecuada, agresión intraespecífica a otra gata y predatoria a niños. La evolución del cuadro clínico es de curso crónico, con diagnóstico previo de hipersensibilidad alimentaria. El tratamiento previo incluyó prednisolona 2 mg/kg durante 2 meses, dieta de exclusión y luego dieta hipoalergénica comercial, con leve mejoría pero sin resolución, lo que motivó a cambiar la medicación por ciclosporina, sin ninguna mejora del cuadro clínico. La tos se trataba con fluticasona por vía inhalatoria ante las crisis. Se indicaron métodos complementarios con los siguientes resultados: Hemograma con leucocitosis (22900/mm3), linfopenia (3435/mm3) y eosinofilia (2519/mm3). Bioquímica sérica con hiperproteinemia (9,2mg/ml), resto normal. Perfil tiroideo con T4 3,2 g/dl (VR 1,5-4) y T4 L 1,7 ng/dl (VR 0,7-2,6). Ecografía tiroidea con hipertrofia bilateral asimétrica. Centellograma con bocio bilateral difuso con mayor avidez de captación de Iodo, compatible con tiroiditis o hipertiroidismo subclínico. Rx tórax con leve cardiomegalia, tráquea y pulmones sin particularidades. ECG y examen cardiológico sin particularidades. En base al examen clínico (anamnesis, examen físico y comportamental) y los datos de laboratorio e imágenes, se establecieron los diagnósticos presuntivos de: Trastorno de ansiedad, hipersensibilidad alimentaria, asma bronquial, e hipertiroidismo. El tratamiento incluyó metimazol 2,5 mg PO/24 hs (que se discontinuó a los 15 días por presentar vómitos), amitriptilina (antidepresivo tricíclico con acción ansiolítica y leve efecto antihistamínico) 1 mg/kg/24hs PO, alimento hipoalergénico, inmunoterapia con IFN 2b 30 UI/24hs PO y 5 aplicaciones de IL-10 cada 48 hs SC, continuar con aerosol de fluticasona ante crisis, feromonas de apaciguamiento (fracción F3), enriquecimiento ambiental (físico, sensorial, alimenticio, y ocupacional), sesiones de juego estructurado. A los dos meses de iniciado el tratamiento, disminuyó frecuencia e intensidad de lamido, remitió la onicofagia y la eliminación inadecuada, recuperó el apetito, incrementó la exploración y los contactos sociales, continúa con rascado, utiliza los elementos de enriquecimeinto, disminuyó frecuencia de crisis de tos, mantiene la falta de interés por el juego y la agresión pasiva a la otra gata, aunque con menor frecuencia. La presencia de varias patologías comórbidas agravan la signología, dificultan el diagnóstico y complican el tratamiento. Por ello, conocer que las alteraciones orgánicas y emocionales pueden coexistir por compartir mediadores y vías de señalización molecular en común, es fundamental para el éxito terapéutico, para mejorar el bienestar del paciente y para evitar la eutanasia. Financiamiento: Instituto de Investigación, Escuela de Veterinaria, Universidad del Salvador, proyecto "Eto-neuro-inmuno-endocrinología de los trastornos de ansiedad en caninos y felinos" 2014-2016.