El control de la tectónica frágil preandina en la estructura y morfología Actual del Batolito de Achala, Sierras Pampeanas de Córdoba

MARTINO, ROBERTO DONATO; ABRIL, ERNESTO GUILLERMO; CARO MONTERO, ANA; GUERESCHI, ALINA BEATRIZ

San Miguel de Tucumán

Congreso; XX Congreso Geológico Argentino; 2017

Universidad Nacional de Tucumán

En el basamento metamórfico de las Sierras Pampeanas de Córdoba, yace el batolito de Achala, uno de los mayores batolitos conocidos en el ámbito pampeano. Está formado por intrusiones monzograníticas calcoalcalinas a alcalicálcicas discordantes que cortan nítidamente, tanto a la foliación metamórfica regional de gneises y migmatitas del Neoproterozoico-Cámbrico inferior (Gordillo y Lencinas 1979, Martino y Guereschi 2014 y bibliografía citada allí), como a fajas de deformación dúctil de edad ordovícica (Martino 2003). La edad de cristalización del batolito de Achala es Devónica superior (379 ± 4 Ma, U-Pb en circón SHRIMP, Rapela et al. 2008). Se trata de un magmatismo aluminoso tipo A y su geoquímica indica mezcla de materiales mantélicos y fusiones corticales derivadas de la deshidratación de biotita (Lira y Sfragulla 2014 y bibliografía citada allí). El batolito de Achala se expresa cartográficamente con forma romboidal, con límites netos con las metamorfitas encajonantes o por fallas locales. La dirección principal de alargamiento es N 20°, con valores largo/ancho de 0,4 (100 x 40 km: ~4.000 km2 de área aflorante estimada).Usando imágenes satelitales, complementados con cotejos parciales, locales y regionales de campo, pueden diferenciarse dos grandes dominios geomorfológicos con rasgos estructurales distintivos en el batolito de Achala. El Dominio Achala Norte (~2.000 km2) está caracterizado por un relieve granítico suave, afectado por fallas transtensionales de rumbo NNO dominantes, con una red de drenaje dendrítica simple con descarga hacia el noreste. El Dominio Achala Sur (~1.600 km2) tiene un relieve granítico escarpado, intensamente diaclasado, con fallamiento inverso de rumbo norte, con una red de drenaje dendrítico-rectangular con descarga hacia el este y oeste. El basamento metamórfico se dispone en cordones montañosos de orientación meridiana, como la Sierra Grande y la Sierra Chica. Están limitados por fallas inversas vergentes al oeste, provocadas por una tectónica compresiva durante la orogenia Andina. Las Sierras de Córdoba están afectadas además por una serie de lineamientos subverticales regionales que cortan de manera oblicua a todos los cuerpos de sierra, a veces limitándolos, como el lineamiento Deán Funes. Se denominan genéricamente como lineamientos debido a sus trazas rectas de magnitud regional (Gross 1948; Martino 1988; Martino et al. 2012ab, 2014, 2016). Al momento, se conoce la cinemática y productos cataclásticos-miloníticos de algunos de ellos, mientras que otros están actualmente en estudio. Una estructura importante es el lineamiento Retamito, que hace de límite a los dominios estructurales establecidos más arriba para el batolito de Achala. Este lineamiento es una falla transtensional dextral, de rumbo noroeste y casi vertical, que se extiende por más de 80 km y que eleva el bloque granítico del cerro Los Gigantes (2.400 m s.n.m). Esta estructura ha segmentado, casi en su parte media, al batolito de Achala y a su encajonante metamórfico inmediato, conformando dos grandes bloques, coincidentes con los dominios mencionados. Otro efecto de la actividad tectónica de este lineamiento es el basculamiento hacia el norte del bloque del Dominio Achala Norte y hacia el este del bloque del Dominio Achala Sur, que se refleja en los patrones de las redes de drenaje en ambos bloques. En el Dominio Achala Norte, se reconocen una serie de lineamientos, espaciados 2,5-5 km, denominados de norte a sur: Candelaria, Corral del Carnero, Rincón Grande, Guasta y Retamito (Martino 1988, Martino et al. 2012b); este último conforma el límite sur del dominio. El rumbo general de estos lineamientos es noroeste, son casi verticales, las trazas son rectas a ligeramente curvadas y algunos tienen ramificaciones menores en forma de Y (Candelaria). Estos lineamientos forman profundos valles en V y segmentan al sector norte del batolito de Achala y al encajonante metamórfico noroccidental en una serie de bloques alargados en dirección noroeste. Este dominio, a su vez, está afectado en su parte central por una zona de cizalla frágil, de rumbo NNE, en cuya parte norte discurre el río San Gregorio, que desagua en ese mismo sentido.El Dominio Achala Sur se subdivide en una serie de fallas paralelas, de rumbo norte, formando escalones tectónicos: buzantes al este las del sector occidental (de oeste a este, fallas de Rugapampa, Río Hondo, Potrero de Gero y Cumbre de Achala) y buzantes al oeste las del sector oriental (de este a oeste, fallas de La Cumbrecita y Boca del Río). De esta manera, la porción sur del batolito de Achala conforma una estructura similar a un pilar tectónico (horst-like structure), pero con sus dos flancos afectados por una serie de fallas inversas. El resultado es una pampa de altura llamada Pampa de Achala, más o menos escarpada, inclinada levemente hacia el este, de probable origen paleozoico (Schmieder 1921, Jordan et al. 1989). Los resaltos provocados por este fallamiento en los flancos oeste de las sierras Grande y de Comechingones se encuentran entre 1.800 y 2.000 m, mientras que en la pendiente este de estas sierras es de ~1.500 m. La falla Cumbre de Achala es la más oriental de la serie de escalones morfotectónicos que alzan las sierras Grande y de Comechingones, marcando principalmente sus cumbres más elevadas, en el granito de Achala la primera, y en metamorfitas de alto grado la segunda. Hacia el sur se continúa en la falla de la Cumbre de Comechingones, levantando al cerro Champaquí, la máxima elevación de las Sierras de Córdoba (2.884 m s.n.m.). Tanto en su terminación norte como sur, la falla de la Sierra Grande-Sierra de Comechingones pierde rechazo y se reconoce en el campo por la deformación frágil que desarrolla en el granito de Achala, con zonas rojas de cataclasitas de 300 a 500 m de espesor, también reconocibles en las fallas de Potrero de Gero y Boca del Río. Estas fajas cataclásticas han sido cementadas a veces por soluciones de sílice ferruginosas y material calcáreo (Olsacher 1972; Martino et al. 2014, 2016).Muchos de los lineamientos reconocidos en las Sierras de Córdoba están asociados a fajas de deformación dúctil y frágil con complejas historias deformacionales (Martino et al. 2014, 2016). Algunos de ellos son sísmicos actualmente, afectan profundamente la corteza y llegan hasta el manto (lineamiento Deán Funes; lineamiento Ojo de Agua, Caro Montero et al. este congreso). Diques de nefelinitas olivínicas paleocenas se encuentran a lo largo del lineamiento Guasta (Gordillo et al. 1983). El lineamiento Retamito es además un metalotecto de primer orden en las Sierras de Córdoba ligado a yacimientos de uranio dentro del batolito de Achala (Mina Schlagintweit, Blasón 1999). Se interpreta que estos lineamientos, o parte de ellos, son rasgos antiguos heredados de estructuras pan-Gondwánicas (Daly 1988, Tankard et al. 1995) que funcionaron durante un tiempo prolongado, controlando la deformación paleozoica, mesozoica y cenozoica.