La laguna Melincué como archivo climático de los últimos mil años

LUCÍA GUERRA

Melincué

Encuentro; 3er ENCUENTRO INTER-ASOCIACIONES DE HISTORIA REGIONAL; 2013

INSTITUCIÓN DE LAS ASOCIACIONES DE HISTORIA REGIONAL DEL SUR DE SANTA FE

Los efectos de las variaciones climáticas repercuten directamente en las regiones sujetas a los cambios. El estudio climático de una región puede abordarse a partir de datos instrumentales (e.g. de precipitaciones o temperatura). No obstante, el alcance temporal de las observaciones directas resulta limitado. Los archivos históricos y arqueológicos también constituyen testimonios climáticos valiosos aunque eventuales o discontinuos. Los sedimentos lacustres son archivos naturales que permiten reconstruir con alta resolución las variaciones climáticas del pasado. La limnogeología utiliza datos físico-químicos de los sedimentos lacustres para inferir condiciones pasadas de la laguna y su cuenca. El presente trabajo pretende reconstruir la variación de precipitaciones de los últimos 1000 años en la región Pampeana mediante el análisis limnogeológico de la laguna Melincué. Las edades máximas del sedimento extraído de Melincué coincidirían con la Anomalía Climática Medieval (~900- 1250 AD). El registro también señala un período mayormente árido que correspondería a la Pequeña Edad de Hielo (~1400-1800 AD); seguido por una fase de nivel bajo altamente variable (inicios del s. XX). Durante la década de 1970, se observa un cambio drástico a condiciones húmedas que continúan hasta el año 2003, momento en que comienza una retracción de la laguna. La perspectiva histórica y geológica del estudio permite comprender que los sistemas hídricos son altamente variables y que el dinamismo es una situación esperable para lo cual las comunidades deben estar preparadas. Además, las fluctuaciones de la laguna Melincué se repiten en otras lagunas pampeanas, como la laguna Mar Chiquita, lo cual apunta a un mecanismo regulador hídrico regional vinculado al sistema de circulación atmosférica a gran escala en el Sudeste de Sudamérica. Conocer la historia hidrológica regional brinda la oportunidad de pensar y organizar estrategias conjuntas en sectores vulnerables durante situaciones climáticas adversas.