INVESTIGADORES
RODRIGUEZ Maria Carla
capítulos de libros
Título:
Nuevos y viejos rituales en La Boca”
Autor/es:
HILDA HERZER, DI VIRGILIO MERCEDES, CARLA RODRÍGUEZ, ADRIANA REDONDO, Y FERNANDO OSTUNI
Libro:
Construcción de identidades en sociedades pluralistas
Editorial:
PAIDOS
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2006;
Resumen:
El barrio de La Boca ha sido históricamente un barrio simbólicamente peculiar. Sus características edilicias, las de los pobladores que lo habitaron y las imágenes históricamente construidas lo han dotado de cierta personalidad que lo diferencia respecto de otros barrios. Algunas de estas imágenes son las que se captan rápidamente cuando recorremos artículos periodísticos, catálogos sobre la ciudad o nos interesamos en las ofertas culturales de Buenos Aires. Históricamente la Boca se formó como barrio obrero de inmigrantes europeos que al asimilarse a la sociedad local, protagonistas de los procesos de movilidad social ascendente que caracterizaron a la sociedad argentina hasta la década del 70’, se fueron mudando y trasladando a otros barrios de clase media. Se caracterizó por sus viviendas en chapa, madera, pintadas en colores vívidos, prototípicas de la inmigración genovesa. Este entorno, desde mediados de siglo XX, experimentó un proceso de vaciamiento – entre 1947 y 1991 perdió el 40% de su población -- al que se sumó un proceso de degradación, agudizado a partir de la década del 70 con la desactivación del puerto del Riachuelo y el progresivo cierre de gran parte de las industrias de la zona (navieras, textiles y de producción de alimentos). En este contexto de pérdida de roles productivos y funcionales, despoblamiento y deterioro socioeconómico, el Gobierno de la Ciudad, en los ´90, a través de la construcción de defensas costeras impulsa el desarrollo del proceso de renovación del barrio de La Boca, habitado en buena medida por sectores de bajos ingresos, pero de óptima localización urbana por su proximidad al centro de la ciudad. A las intervenciones del gobierno local se suman intervenciones impulsadas por grupos de mayor poder adquisitivo que inician su anclaje en el barrio a través de la adquisición, a bajo costo, de antiguos galpones, astilleros y viviendas para su reciclaje y uso posterior, ligado predominantemente a actividades comerciales y de servicios culturales que se instalan como la base de un polo turístico en el centro de la ciudad. Dichas intervenciones instalaron en lugares ligados a su identidad histórica -- el Pasaje Caminito, la Vuelta de Rocha, viejos bares sobre la costanera, entre otros -- nuevos usos que reconfiguran el sentido de esos espacios. La puesta en valor de algunas zonas, la recuperación de museos y casonas como galerías de arte, la generación de una nueva área comercial sobre la Vuelta de Rocha para consumo turístico, generan una fisonomía diferenciada del barrio y de los espacios que hasta no hace mucho tiempo eran espacios comunes. Viejos lugares tienen ahora un modo renovado de definir ese uso típico que siempre fue el turismo en La Boca. En efecto, buena parte de esos nuevos usos no están destinados a los habitantes de La Boca e introducen nuevos actores y lógicas de actuación en este escenario barrial. En este trabajo se describen y analizan las nuevas prácticas ritualizadas que se plasman en el entorno barrial y que se vinculan con la rehabilitación de algunos sectores del barrio y los usos orientados al turismo. Asimismo, se describen algunas de las prácticas de los habitantes de menores recursos, que poco tienen que ver con aquellas orientadas por el consumo turístico. El análisis se realiza con base en registros de observaciones en los espacios barriales y entrevistas en profundidad que recuperan el punto de vista y los significados que algunos vecinos asignan al proceso de renovación urbana, cómo definen el barrio y sus límites, cómo denotan los espacios, cómo definen sus recorridos y los de los turistas, etc.