INVESTIGADORES
SORA Gustavo Alejandro
capítulos de libros
Título:
Do Kamo. Maurice Leenhardt
Autor/es:
GUSTAVO SORÁ
Libro:
Libros para todos. Colecciones de Eudeba bajo la gestión de Boris Spivacow (1958-1966
Editorial:
Ediciones Biblioteca Nacional
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012; p. 152 - 153
Resumen:
La publicación por Eudeba de Do Kamo. La persona y el mito en el mundo melanesio de Maurice Leenhardt (Montauban, Francia 1878 ? 1954), en 1961 (editado originalmente en París por Gallimard en 1947), resulta un hecho de múltiples significaciones para observar una apuesta de enorme valor para la difusión del material de base para la formación antropológica: monografías etnográficas, es decir estudios resultantes de prolongadas experiencias de campo, científicamente orientadas para el estudio de culturas concretas. Hoy en día, la obra de Leendhartd volvió a ser valorada a partir de su recuperación por ciertos antropólogos norteamericanos del giro posmoderno, como James Clifford y Renato Rosaldo. Con justicia en el presente se resalta su gran originalidad por la atención fenomenológica a la noción de persona y como estudio pionero de una antropología de las emociones. Leenhardt fue un pastor evangélico que vivió entre 1902 y 1926 en Nueva Caledonia, colonia francesa marcada negativamente como centro presidiario en medio de un archipiélago dominado por colonias inglesas. Su autor se ligó estrechamente a las figuras de Henry Lévy-Brhul y Marcel Mauss, a partir de 1926, quienes comenzaron a publicar sus trabajos por el Institut d?Ethnologie Française. El autor del Ensayo sobre el don eligió a Leenhardt para sucederlo en la cátedra de Religiones de los pueblos primitivos de la Va sección de la EPHE, en 1935. Sin embargo, al tiempo de la publicación de Eudeba, Leendhardt había perdido carta de ciudadanía como uno de los pocos etnólogos franceses que había realizado trabajo de campo intensivo. Ese desplazamiento está estrechamente relacionado a la figura de Claude Lévi-Strauss, quien reforzó los juicios sobre Leenhardt como autor dudoso por un espiritualismo que al privilegiar las facetas emotivas del mundo primitivo aparecería como antítesis del privilegio a los caracteres lógico-formales en los que Lévi-Strauss centró sus estudios sobre el pensamiento salvaje. En la práctica, el autor de Tristes Trópicos vio en Leenhardt a uno de los agentes que impidieron que él asumiera el lugar institucional en el Collège de France que había dejado vacante Mauss tras su muerte en 1950. De hecho, Leenhardt había propuesto una original etnografía del habla (un aspecto insoslayable de los misioneros en mundos indígenas fue su dedicación filológica al estudio de lenguas nativas y la producción de diccionarios), objeto que sabemos era la materia descartable por la lingüística estructural (fundada sobre la autonomía de la lengua como dominio generativo del signo y la significación), disciplina que inspiró el poderosísimo método estructural de Lévi-Strauss.