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La generación de residuos sólidos es un conflicto en todas las ciudades del mundo. Particularmente, en la provincia de Buenos Aires, se generan más de 4 millones de toneladas/año de residuos sólidos urbanos de los cuales el 17% corresponden a residuos plásticos. Para disminuir su impacto ambiental se han buscado materiales más susceptibles a la degradación a través de diversos medios. Por ejemplo, en el mercado argentino aparecieron bolsas elaborados con polietileno y rotuladas como ?oxo-biodegradable?. Esta cualidad surge de la incorporación de aditivos especiales a resinas de polietileno estándares, a fin de acelerar la degradación de los productos (Chiellini et al., 2006). La primera etapa de degradación puede ser iniciada por mecanismos abióticos como la luz ultravioleta de la radiación solar, calor o tensión mecánica que promueven el proceso de oxidación. La hipótesis es que en esta etapa se produce una rotura de las cadenas moleculares tal que permitiría alcanzar un peso molecular suficientemente bajo como para tornarlas susceptibles a la biodegradación debido a la acción de los microorganismos del ecosistema donde se ha depositado el material plástico (Coutny et al., 2006). Aunque esta tecnología y sus productos no son nuevos, desde su aparición en el mercado en los años 80 han surgido muchas dudas con respecto a si son verdaderamente biodegradables según las normas internacionales de biodegradación (Krzan et al., 2006). Por lo tanto, es necesaria una profusa investigación para que este tipo de productos se inserte en el mercado en forma segura. En el presente trabajo se estudió el efecto de los factores abióticos (temperatura y radiación ultravioleta) y bióticos (biodegradación aeróbica) sobre la estructura y el comportamiento mecánico de películas de polietileno y de polietileno con aditivos oxodegradables.

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