INVESTIGADORES
NIELSEN Axel Emil
congresos y reuniones científicas
Título:
LA TEMPORALIDAD DEL PAISAJE Y LA ESTACIONALIDAD DE LAS GUERRAS CIRCUMPUNEÑAS (SIGLOS XIII-XV)
Autor/es:
AXEL E. NIELSEN
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2016
Resumen:
La evidencia más elocuente del establecimiento de un estado de guerra endémica en los Andes Circumpuneños durante la época previa a la formación del Tawantinsuyu es la generalización de sitios que por su emplazamiento, tamaño y/o diseño ofrecían ventajas defensivas a sus ocupantes. En la toponimia, en las fuentes históricas y en la literatura arqueológica, este fenómeno ha sido comúnmente asociado al concepto de pukara --que tanto en quechua como en aymara significa "fortaleza"-- aunque la forma y frecuencia que asumen estos sitios varían.Los pukaras suelen atribuirse al Período de Desarrollos Regionales o Intermedio Tardío en su conjunto y a las tierras altas en general, pero las investigaciones realizadas durante las últimas décadas sobre el tema permiten actualmente acotar su distribución y cronología. En primer lugar, los sitios defensivos sólo se encuentran en regiones donde la agricultura jugó un rol significativo; aquellas habitadas por pastores especializados (Puna Occidental de Jujuy-Salta, Sureste de Lípez) o cazadores-recolectores marinos (costa de Antofagasta y Tarapacá), o las ocupadas sólo temporariamente para la caza y recolección, no parecen haber experimentado cambios semejantes en sus formas de asentamiento. Por otra parte, las dataciones radiocarbónicas calibradas indican que el giro hacia instalaciones defensivas se produjo fundamentalmente en el siglo XIII. Muchas de ellas fueron abandonadas al momento de la conquista Inka (siglo XV), mientras que otras continuaron en uso o crecieron, una variación que revela diferencias en los escenarios políticos locales y, por lo tanto, en los modos en que comunidades específicas se enfrentaron a la expansión imperial.El giro hacia patrones residenciales de carácter defensivo plantea una aparente contradicción con la evidente necesidad de esas mismas poblaciones de pasar gran parte del tiempo lejos de los pukaras, ocupadas en tareas productivas. ¿Cómo se reconciliaban la defensa con la dispersión poblacional requerida por estas labores? ¿Qué actores y qué reglas de juego reconciliaban estas demandas potencialmente excluyentes? Para responder estas preguntas es preciso pensar a los pukaras como parte de estrategias territoriales más amplias, que involucraban formas específicas de organizar un amplio rango de actividades. Tomando en consideración información arqueológica de la Quebrada de Humahuaca, San Juan Mayo y el Norte de Lípez (Figura 1), planteamos la existencia de dos estrategias en el ámbito Circumpuneño, una de ellas basada en poblados defensivos de ocupación permanente, la otra asociada a reductos fortificados de ocupación temporaria. Proponemos que, en ambos casos, debieron existir normas que restringieran el ejercicio de la violencia armada a la estación seca.